*El comercio informal en las calles de Petare y otros lugares de Caracas exhibe sin ningún temor los productos regulados que les son llevados por contactos en la cadena de comercialización, para ser vendidos hasta por 100 veces su valor
La falta de jabón y otros artículos de tocador, así como alimentos de primera necesidad, como harinapan, café, azúcar, arroz, leche en polvo, aceite y muchos productos más que han desparecido de los comercios regulares, son vendidos libremente por buhoneros en diversos sectores de Caracas, lo que se ha convertido en un lucrativo negocio que produce millones de bolívares a quienes se han incorporado a esta lucrativa actividad.
Conversando con un “bachaquero”, cuya identidad nos pidió reservar por razones obvias y a quien abordamos en un lugar cercano a la redoma de Petare, explicó cómo funciona el «machaqueo» grande y el «machaqueo» pequeño.
El «machaqueo» pequeño, según explica, es realizado por empleados de farmacias y supermercados que compran los productos regulados «y los traen para que nosotros los compremos con sobreprecio, y luego ser vendidos por nosotros en nuestros puestos improvisados en la calle; la mayoría de estos productos nos los venden a 10 veces su valor y nosotros tenemos que compartir nuestra ganancia con personas que cuidan el punto y con la gente que financia nuestras actividades, que nos cobran hasta 20 por ciento diariamente», argumentó.
Despues de disimular nuestra conversación al ser inquirido por un cliente, el «bachaquero» continua diciéndonos: “¿Quién va a trabajar aquí por un salario mínimo miserable si con el ‘machaqueo’ podemos obtener hasta 20 veces lo que nos ganaríamos como obreros o empleados de cualquier empresa?», se pregunta.
Según el informante, el «bachaqueo» mayor lo propician los gerentes de los comercios grandes, que nos venden en muchos casos al mayor, y hay que pagarles de contado.
Para mencionar un ejemplo, el informante mostró una pastilla de jabón de tocador que cuesta Bs.7,69 y que compran a Bs.300. «Por eso tenemos que venderlas a Bs.600, porque nosotros asumimos los riesgos que implica esta actividad», agregó.
“Nosotros vendemos caro, es verdad -dice el «bachaquero»- pero tenemos lo que tú no puedes comprar a menos que te hagas una larga cola bajo el sol y tengas cédulas con los distintos números de cada día. Los que hacen cola para vendernos el producto también merecen su tajada. ¿O no?», terminó diciendo el «bachaquero». «Aaahhh, y bueno, periodista, no me vayas a echar paja», alertó.
Luis Villalobos