La propuesta incluye además la aprobación de una enmienda constitucional, una campaña para impulsar la renuncia del primer mandatario nacional y la realización de una constituyente. El próximo sábado 12 de marzo, la Unidad realizará una movilización nacional para exigir la renuncia del presidente. En la ciudad de Caracas, la concentración será en la avenida Francisco de Miranda.
La oposición venezolana impulsará un referendo revocatorio y una enmienda constitucional para sacar del poder al presidente Nicolás Maduro, simultáneamente con una gran movilización popular que exija su renuncia, una estrategia que busca contrarrestar un bloqueo de la justicia, acusada de servir al gobierno.
Dos meses después de asumir el control del Parlamento por primera vez en 17 años de hegemonía chavista, la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) anunció su decisión de convocar al «movimiento de presión popular más grande que haya existido» para activar «todos los mecanismos de cambio».
En rueda de prensa, el secretario de la coalición opositora, Jesús Torrealba, leyó la «Hoja de ruta de cambio 2016» de tres vías: presionar la renuncia de Maduro, aprobar una enmienda constitucional «para reducir el mandato presidencial y lograr elecciones este año», e «iniciar el proceso para el referendo revocatorio».
El mandatario socialista, elegido en abril de 2013 para un periodo de seis años, respondió al desafío de la oposición: «¡Ustedes no salen de Maduro, porque Maduro no es maduro, Maduro es pueblo y es revolución! ¿qué parte de esto no han entendido?».
«Eso sí, cada quien al que le toque, que se plante. Yo estoy aquí bien plantado, ¿oyeron?», subrayó el presidente en un acto público.
En entrevista con la AFP, el jefe de la bancada oficialista, Héctor Rodríguez, afirmó que el chavismo dará las «batallas» que le plantee una oposición que consideró «ciega» por deponer a Maduro. «Nicolás no va a renunciar», advirtió.
Torrealba consideró que la estrategia opositora busca «alcanzar una solución política, electoral constitucional y pacífica», ante el agravamiento de la situación económica y social del país petrolero, que desembocó este año en crisis institucional.
«Esto ya no se aguanta, somos víctimas de la peor crisis de la historia del país (…) por eso Venezuela asumió el camino del cambio», manifestó.
Venezuela, con las mayores reservas petroleras del mundo, tiene la inflación más alta del mundo -180% en 2015- y una escasez de alimentos y medicinas que angustia y hastía a los venezolanos.
«Hay una batalla económica que es nuestra prioridad y donde estamos concentrando el esfuerzo; las batallas políticas las daremos y las seguiremos superando», aseguró Rodríguez.
Un camino empedrado
La crisis institucional promete profundizarse. La enmienda y el referendo tendrían que pasar por el filtro del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que hace una semana recortó los poderes del Legislativo.
El constitucionalista José Ignacio Hernández precisó que la aplicación de la enmienda «pasa por la interpretación» de la Sala Constitucional y el referendo podría ser retrasado por decisiones de la Sala Electoral, ambas del TSJ.
«Todos esos caminos pueden ser torpedeados por la Sala en un ejercicio abusivo de sus competencias», consideró Hernández.
Además, el revocatorio, que se puede activar una vez que Maduro cumpla en abril la mitad de su mandato, está regulado por el Consejo Nacional Electoral, también señalado como aliado del chavismo.
Torrealba afirmó que se creará una ley para regular el proceso de referendo, para cuya convocatoria la oposición deberá recolectar en tres días cuatro millones de firmas (20% del padrón electoral).
El dirigente aseveró que si el gobierno intenta «bloquear los mecanismos constitucionales», la oposición activará un proceso para convocar una Asamblea Constituyente.
«Todos los caminos para la oposición serán difíciles y bloqueados por el control del chavismo, pero eso no significa que no deba transitarlos. La clave es que la oposición tenga claro los objetivos de su estrategia», opinó el analista Luis Vicente de León.
¡A las calles!
La oposición sostiene que el oficialismo está dividido pues unos creen que el mandatario debe renunciar. Para Rodríguez, la estrategia de la MUD muestra que no hubo acuerdo porque «hay una gran pelea» por una futura candidatura presidencial.
Pero tanto el gobierno como la oposición dicen estar unidos y ambos llamaron a sus militantes a las calles para el próximo sábado.
«La calle activada es lo que va a servir para que esos cambios constitucionales se den. No queremos ni capuchas, ni una piedra, lo que queremos es una movilización pacífica del pueblo», afirmó Torrealba.
Los temores de un estallido social aumentaron la semana pasada, cuando la más reciente decisión del TSJ provocó choques entre universitarios y policías en la ciudad de San Cristóbal (oeste), que dejaron al menos tres heridos.
En 2014 Venezuela fue escenario de violentas protestas convocadas para presionar por la renuncia de Maduro, por parte del opositor radical Leopoldo López, quien purga una pena de casi 14 años de prisión.
En medio de la creciente tensión, el Parlamento pidió la mediación de la OEA, cuyo secretario general, Luis Almagro, dijo este martes en Chile que aguarda el planteo formal.
Maria Isabel Sánchez / AFP