La mujer, no obstante sus grandes virtudes y esfuerzos pareciera ser destinada por el divino creador en llevar las mayores cargas y adversidades en una sociedad
Pensar en ellas es seguramente muy inspirador y tormentoso a la vez. Quizás sea como un agridulce chino. Pero sin duda, representan la máquina procesadora de la materia prima, que a lo largo de los años han garantizado nada menos que la existencia de la especie humana.
Por más técnicas médicas que existan hoy, como fecundación in vitro, por ejemplo, siempre hará falta un vientre que desarrolle y madure esa nueva criatura que venga al mundo.
Hoy, en el Día Internacional de la Mujer, deseo rendir un inmenso tributo a todas las mujeres del mundo y muy en especial a las de mi amada Venezuela; república hoy intensamente golpeada por la situación social, económica y política.
Y quien además lleva nombre de mujer y por si fuera poco es la tierra que produce las féminas más lindas y hermosas del planeta!!! Sí, con ese profundo orgullo lo digo, aunque ahora les falte las escaseadas toallas sanitarias.
Siempre he dicho que hablar de la mujer es mucho más que hablar de pantaletas, rimes y tintes.
Ellas son la fuerza motora impulsora de cualquier proyecto y nación.
No en vano muchos admiradores las han conquistado pretendiendo bajarles una estrella… y en las alas de las mariposas los colores se crean.
A lo mejor les suenen melodiosas estas palabras, pero sin duda se trata de lindas estrofas de una romántica canción de los años ochenta.
La mujer, no obstante sus grandes virtudes y esfuerzos pareciera ser destinada por el divino creador en llevar las mayores cargas y adversidades en una sociedad.
Generalmente son las que deben soportar todo el peso de su núcleo social. Y sí manifestasen o exteriorizaran mucho sus sentimientos románticos, se les llega a ver con preocupación y en muchos casos como que si de delito se tratara.
Pero también sabemos que son fuertes para trabajar, para sacar adelante a sus hijos sin la presencia del padre. Y muchas, muchísimas cosas más que las hacen muy pero muy respetables y determinantes en cualquier civilización avanzada.
Caso distinto lo representan esas extrañas e injustas costumbres del medio oriente de repúblicas musulmanas y talibanas que atentan criminalmente contra ese maravilloso ser humano, único en el universo.
En nuestro país, desde hace unas décadas atrás, las estadísticas señalan que la mujer venezolana sigue preparándose académicamente muchísimo más que el hombre.
Las muestras son precisamente de universidades serias y autónomas. Alertando que hay otras universidades, por cierto algo nuevas, cuyos datos no merecen ser considerados para absolutamente nada.
Pienso que si la mujer de los siglos anteriores hubiera podido tener acceso al conocimiento y a los estudios universitarios tal como los tienen hoy en gran parte del mundo, a lo mejor la historia del planeta hubiese sido otra. Galileo Galilei y su ultra telescopio, en quien basó Cristóbal Colon sus proyectos, o Albert Einstein y su Teoría de la Relatividad, Isaac Newton y su Ley de Gravedad o Thomas Edison y su bombilla eléctrica entre otros, no figurarían con el peso que hoy tienen en la historia universal: lo que vale decir que quizás hubiesen sido honorables mujeres las protagonistas de esos grandes descubrimientos. Y creo no pecar de exagerado. Por ello, les reitero mi reconocimiento a todas ustedes féminas del mundo en el Día Internacional de la Mujer.
Edgar Figueroa Lozada