«Después de tanto esfuerzo, después de tanto tiempo, si no hemos llegado el 23 a un buen acuerdo, yo le digo a la contraparte ‘pongamos otra fecha’, porque yo no voy a cumplir una fecha con un mal acuerdo», afirmó Santos, lo que recibió apoyo de la guerrilla
n Hector Velasco / AFP
La guerrilla de las FARC y el gobierno de Colombia desistieron por separado del plazo que fijaron para firmar la paz el 23 de marzo, y abrieron la opción de prorrogar las negociaciones en Cuba para cerrar más de medio siglo de conflicto armado.
El primero en admitir una muy probable extensión de los diálogos que se iniciaron en La Habana en noviembre de 2012, fue el presidente Juan Manuel Santos el miércoles desde Colombia.
«Después de tanto esfuerzo, después de tanto tiempo, si no hemos llegado el 23 a un buen acuerdo, yo le digo a la contraparte ‘pongamos otra fecha’, porque yo no voy a cumplir una fecha con un mal acuerdo», afirmó Santos.
Este jueves, en Cuba, el líder rebelde Joaquín Gómez, negociador de paz de las FARC, apoyó la posición del mandatario.
«Nos parece que el presidente Santos ha actuado con objetividad y estamos de acuerdo con lo dicho por él, y pensamos que sí, que después del 23 puede haber un acuerdo», afirmó Gómez a la prensa.
En ese sentido, insistió en que «no hay condiciones» para culminar las negociaciones dentro del plazo de seis meses que se impusieron Santos y Timoleón Jiménez («Timochenko») el 23 de septiembre último en La Habana.
«Estamos de acuerdo que de manera consensuada acordemos otra fecha», enfatizó Gómez.
De esa forma, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno de Santos despejaron el camino hacia una prórroga de las conversaciones para poner punto final a la prolongada lucha de esa guerrilla, que aspira a convertirse en un partido político.
Sin embargo, no existe, al menos públicamente, una nueva fecha en discusión y de su lado el grupo comunista ha señalado que espera que hacia finales de este año pueda afirmarse que «la guerra terminó».
El plazo del 23 de marzo había alimentado una expectativa mayor por la histórica visita que realizará el presidente Barack Obama a Cuba del 20 al 22 de este mes. Estados Unidos, que financió por años la lucha contra las FARC, respalda las negociaciones con esa guerrilla.
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Están sin definir las
zonas para el desarme
Actualmente las FARC y el gobierno están negociando el cese bilateral del fuego definitivo (que incluye el desarme de la guerrilla) y el mecanismo de refrendación de los acuerdos, últimos puntos del proceso de paz que acompañan Cuba, Noruega, Chile y Venezuela.
Hasta el momento han alcanzado pactos en torno a la problemática rural, cultivos ilegales, reparación de víctimas y participación en política de los rebeldes una vez dejen los fusiles.
Al quedar prácticamente descartado el plazo para la suscripción de un acuerdo final, las partes trabajan para convenir y anunciar el cese bilateral de fuego el 23 de marzo.
«El 23 de marzo habrá algo, ya veremos si es la firma total del acuerdo o si es la firma de una parte del acuerdo», dijo el lunes la canciller colombiana, María Ángela Holguín. AFP