En los últimos meses se viene asistiendo a una acelerada secuencia de reveses políticos en los países denominados de la alianza progresista en América del Sur.
En Argentina, Venezuela y Bolivia se han conocido derrotas electorales para los sectores asociados a esos gobiernos; y en Ecuador las tensiones entre sectores militares y el presidente Rafael Correa podrían suponer riesgos a la gobernabilidad del país.
Algunos indican que se trata de un agotamiento de la izquierda, pero las causas parecen responder a factores más sutiles.
El electorado tiende a ser menos proclive a discursos y exige mayor eficiencia en temas de la cotidianidad, así como transparencia en el manejo de fondos públicos.
El papel de los medios de comunicación ha sido notable, ya que muchas veces resultan serios manipuladores informativos y generan falsas matrices de opinión.
Finalmente, no puede perderse de vista el papel de factores hegemónicos internacionales, que van desde financiamientos internacionales de países a sectores opositores, hasta señalamientos directos de altas autoridades estadounidenses, por ejemplo, manifestando apoyo a este nuevo viraje político regional.
Hay que estar alerta a la combinación de estos tres factores para no perder la brújula del análisis ni ser cautos protagonistas en el escenario regional.
Héctor Constant Rosales