El presidente de la Federación Venezolana de Fútbol, Laureano González, aclaró que la idea considerada fue exigencia de empresario interesado en la Vinotinto
El presidente de la Federación Venezolana de Fútbol, Laureano González, reconoció ayer, en declaraciones para el mismo medio que vertió las previas suyas sobre un estudio federativo de las posibilidades de que la Vinotinto jugará partidos como local en el extranjero, que no hay condiciones para tal cosa.
Explicó, al respecto, que la Fifa rechazaría un cambio en los partidos eliminatorios para el mundial Rusia 2018 pues no existen condiciones especiales -situación de guerra, epidemia o prohibición gubernamental- y que a pesar de la crisis económica se puede jugar en Venezuela.
¿De dónde salió, entonces, la idea mencionada por el directivo, que despertó rechazo general? El propio González dijo que un empresario interesado en presentar a la selección exigía jugar en Estados Unidos porque aquí, en tres palabras (nuestras), “no es negocio”.
No identificó al empresario, pero por contactos previos se piensa que pudiera ser alguien ligado a la misma firma, de triste recordación, que manejó la venta de entradas para la Copa América 2007 –realizada en Venezuela-, pues mucha gente resultó estafada. Algo que como otras cosas poco claras en relación con ese certamen, quedaron como “basura debajo de la alfombra” y tema incluido entre los convenientes de investigar por el parlamento hoy fuera de las manos de incondicionales del régimen. AN