Unos decían que ese motor tiene tiempo que no funciona, y está enchumbao, y otros decían que ese motor no prende ni empujado ni haciendo tierra
¡Dale, que el golpe avisa! Hay que decirlo de una vez: el ridiculismo es la etapa superior del oposicionismo. Y lo demostramos el sábado sensacional pasado.
Esa vaina de escuchar a Espoleta Allup decir que tiene un motor fuera de borda, no tiene horario ni fecha en el calendario.
Era evidente que estaba arrecho con Julio -Matemático- Borges, porque no había ido a la marcha, y lo dejó más solo que Embajada Radonski, y no le quedó más remedio que intentar prender sus cansados motores.
Después vino la joda de todo el mundo y más allá de más nunca, desde los chavistas hasta los mismos compañeros del partido del pueblo, y AD juventud, AD Juventud.
Unos decían que ese motor tiene tiempo que no funciona, y está enchumbao, y otros decían que ese motor no prende ni empujado ni haciendo tierra, y seguían jodiendo diciendo que la señora Allup tuvo que desconectar los seis teléfonos -cuatro celulares y dos fijos- para que no la llamaran más, porque desde que el hombre declaró lo del motor, todo el mundo quería saber si era verdad.
Y aquello fue lo que se llamó en la urbanización Blanca Ibáñez y sus alrededores como La Fiesta del Motor Adeco.
No hay argumentos. No hay ideas. Espoleta habló de seis meses para salir de Maduro, y ahora nos viene a decir que está lleno de motores por todas partes.
Entonces que los ponga en funcionamiento y listo, pero el hombre está como aquel gobierno del difunto Luis Herrera que no arrancaba, y que el único que arrancaba era su chofer Berroterán.
Menos mal que todavía nos queda un poco de gente apoyando esta locura, esta ridiculez. Lo peor es que siempre hemos dicho que los chavistas son unos vulgares, unos ordinarios, y viene Espoleta Allup y dice todo lo que dijo esa tarde de vulgaridades y chabacanerías y adequeces que no las vamos a olvidar nunca. Somos el hazmerreír del otro mundo.
Y otra vaina que nos da una pena es eso de apoyar el decreto donde Obamal nos declara una amenaza. Espoleta Allup dice que él no cree que eso sea una amenaza, sino que eso es una cortina de humo del gobierno para que no veamos la crisis, carajo, hay que tener un nivel de Rosales para abajo para decir una vaina así.
Estamos dejando muy claro que no tenemos país que defender, que lo estamos dejando en mano de Obamal, y además, Obamal nos debe tener una arrechera del carajo, porque ya sabe que somos unos incapaces y unos habladores de güebonadas, y mucho más ahora si escuchó la cantidad de adequeces, o vulgaridades que dijo Espoleta. Con lo del motor se debe estar riendo con Hilary Clinton, quien debe estar diciendo: “Llegué, lo vi, lo escuché y me reí”.
El que sí tiene un motor con 500 caballos de fuerza es el papá de Margot, porque cuando escuchó a Espoleta Allup decir esa pendejada se fue al cuarto y levantó la puerta que estaba en el suelo, y la lanzó de tal manera, que el estrépito se escuchó en toda la urbanización, y los vecinos llegaron corriendo creyendo que había caído un rayo en el apartamento.
“Una lágrima en la mano”, me canta Margot.
Roberto Malaver
aporrea.org