Hace 82 años, el 1 de septiembre de 1933, nace un diario en la ciudad de Valencia, estado Carabobo, un diario que a través del tiempo hará la gran historia de una ciudad, de una región y de un Estado y de un País. Un diario que crece en el corazón de cada uno de los valencianos, de los carabobeños.
Un diario que ha sido y es la expresión de libertad, de progreso, de desarrollo y de democracia participativa y protagónica.
Un diario de inspiración social, basado en sus principios y valores. Un diario de moral, de dignidad, de decoro, de mesura, un diario con sabor de pueblo, un diario identificado con su pueblo. Un diario con la máxima virtud, la Ética. Nace El Carabobeño.
El amanecer de ese día, que salió vez primera la edición de El Carabobeño fue un amanecer de alegría, de gozo, de regocijo, de júbilo, de satisfacciones, de compromiso, de responsabilidad. Los valencianos de la época, se deleitaron leyendo las noticias y artículos, de esa histórica publicación, que desde ese momento se identificaba con acontecer valenciano y por ende de Carabobo.
Fue ese día un amanecer de triunfo, ya que nacía un medio de información que tenía como Política Pública, el respeto al ciudadano, de servirlo mediante la publicación de noticias y artículos, con honestidad, lealtad, nobleza, rectitud, quijotismo.
Hoy 82 año después, el amanecer, 17 de marzo 2016. será un día de triste recordar, pues El Carabobeño, por razones de egoísmos partidistas, se le aplicó lo que ni siquiera la dictadura de Juan Vicente Gómez, ni la Marcos Pérez Jiménez, se atrevieron; a censurarlo, ni clausúralo, pero hoy en este régimen, mediante, la figura de no permitirle, vender su insumo básico el papel, lo ha sacado de su circulación impresa.
Triste amanecer no solo para los lectores de El Carabobeño, al verse los ciudadanos limitado, restringido y hasta censurado, en su derecho de estar debidamente informado. Triste amanecer para los valencianos, para los carabobeños, y para todos los venezolanos, por ver desparecer un medio, que ha apuntalado la democracia, el progreso, el desarrollo, el bienestar, la prosperidad de una ciudad, de una región, de un estado y de un país.
Un Triste Amanecer para nosotros los comunicadores sociales, que vemos que nuestra Escuela El Carabobeño, de formación periodística, se nos cierra, el diario que nos dio la posibilidad de crecer como seres humanos, como ciudadano y como profesionales, con principios, valores; con Ética y con moral.
Triste día amanecer, el 17 de marzo 2016, para Carabobo y Venezuela porque se ha extinguido la llama impresa de la Libertad de Expresión, La Libertad de Información y la Libertad de Prensa, al dejar de circular El Carabobeño, por la incidía, el reconcomio, la mezquindad, los temores, los recelos, los resquemores partidistas, al aplicarle el régimen la mal sana censurar, de negarles la compra de papel, pero el espíritu celestial de Don Eladio Alemán, no abandona a su querido pueblo carabobeño, y pesar de esas vicisitudes, que ha sufrido El Carabobeñ, ilumino su el Comunicador Social a su hijo .
Eduardo Alemán, y demás miembros de la familia Alena\an, para que con el milagro de la cibernética, El Carabobeño, siguiera apreciando en digital, con los mismo principios que lo han cateterizado y lo caracterizan.
La Defensa a la Democracia. A la Libertad de Expresión, la Libertad de Información y la Libertad de Prensa y a los sublimes intereses del pueblo carabobeño. Tristes amaneceres de no ver El Carabobeño impreso , pero con la resignación de leerlo en Digital y con se dieria coloquialmente EL CABABOBEÑO ESTA MÁS VIVO QUE NUNCA. ¡YO Soy El Carabobeño!.
MGs. Levy Benshimol R.*