La nefropatía diabética es la causa más frecuente de insuficiencia renal
La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando esta deja de funcionar de manera eficaz en el organismo. Alrededor del 30% de las personas con diabetes pueden desarrollar daños en el riñón a lo largo de su vida, afección que se conoce como nefropatía diabética, hoy llamada “Enfermedad Renal Diabética”.
La endocrinóloga Imperia Brajkovich, presidenta de la Sociedad Venezolana de Endocrinología y Metabolismo, define la nefropatía diabética como el daño ocasionado por la hiperglicemia sostenida (aumento de azúcar en la sangre), producto del mal control metabólico a nivel del nefrón, estructura que es la unidad anatómica y funcional del riñón; así como la hipertensión arterial mal controlada y tener niveles altos de colesterol.
“Si a esto se le suma la hipertensión arterial, el exceso de colesterol y la predisposición genética la lesión progresa hasta el deterioro. El nefrón es responsable de la eliminación de los desechos dañinos, toxinas y exceso de agua, manteniendo así el equilibrio de los líquidos en el cuerpo”, agregó Brajkovich.
Síntomas
La enfermedad renal diabética, es asintomática en sus inicios y poco a poco comienza a presentarse la hinchazón (edema) progresivo. Otros síntomas que se pueden presentar son acumulación de líquido, pérdida de sueño, falta de apetito, malestar estomacal, orina espumosa, hipo frecuente, fatiga, dificultad para concentrarse, entre otros. Esta sintomatología no es específica y depende del grado de compromiso renal.
Tratamiento
Se ha demostrado que pacientes diabéticos en tratamiento insulínico intensivo con más de 5 años de evolución, logran una prevención primaria en el 34% de los casos. “Cuando un paciente tiene deterioro de la función renal no puede usar agentes orales, por lo que su control debe ser con insulina”, señaló la especialista.
Las insulinas humanas, requieren esperar un tiempo de aproximadamente 30 minutos para ingerir alimentos después de su administración; mientras que las insulinas modernas o análogos, permiten comer inmediatamente después de ser inyectadas, su control es más fácil, se utiliza en menores cantidades y reduce el riesgo de hipoglicemia (bajo nivel de azúcar en la sangre). “La hipoglicemia en los pacientes con insuficiencia renal es frecuente y les ocasiona serias complicaciones”, aseguró Brajkovich.
Pacientes con Nefropatía Diabética deben mejorar su control metabólico, fundamentalmente en etapas iniciales. Sin embargo, si la lesión renal progresa, es posible que el paciente requiera de la diálisis peritoneal, realizada desde su hogar, o la hemodiálisis, donde se debe acudir a un centro especializado.