El nombre de Daniel “Chino” Canónico, hijo de Guarenas, villa fundada el 14 de febrero del año 1621, lugar donde nació el 3 de febrero de 1916, hace ya cien años, permanece metido en todas las capas de la sociedad venezolana, ello por la hazaña cumplida el año de 1941, como integrante del equipo de beisbol amateur que obtuvo el campeonato mundial en la ciudad de La Habana, Cuba, venciendo, en el último partido, a la novena de aquel país.
Venezuela entera explotó de emoción por los cuatro costados al escuchar, en las voces de Francisco José “Pancho Pepe” Croquer y Enrique Vera Fortique, el triunfo de los venezolanos sobre los cubanos en el estadio “Tropical” de La Habana.
El gran héroe había sido, por la forma como dominó a todos los bateadores, Daniel “Chino”, Canónico, pitcher de lanzamientos, todos cubiertos de una especie de magia, dicen los entendidos, los cuales no pudieron descifrar los bateadores a los cuales se enfrentó en el campo habanero.
La hazaña de Daniel “Chino” Canónico, bateador y lanzador de grandes quilates, seguirá ocupando, a través del tiempo, un lugar especial en las páginas del deporte nacional.
Desde la lomita del “Tropical”, Daniel “Chino” Canónicos se inspiró, en aquel clásico beisbolístico, para con sus lanzamientos, contribuir, al lado de los demás integrantes del equipo, al logro del gallardete mundial en la pelota no rentada en octubre de 1941.
En el partido donde Venezuela se titula campeón mundial de beisbol amateur de 1941, dos lanzadores brillaron con luz propia, gracias a lo que tiraban para el home, el guarenero Daniel “Chino” Canónico y el cubano Conrado “Guajiro del Laberinto” Marrero.
El duelo desde el morrito se tiene como uno de los más extraordinarios presenciado en el beisbol caribeño. Conrado Marrero murió a los 102 años.
Venezuela logró su campeonato mundial, con el “Chino” Canónico como lanzador, con una anotación de tres (3) carrera por una (1), en un estadio donde se encontraban más de treinta mil (30.000) personas. Venezuela recibió a sus jugadores, todos toleteros de primera, como héroes.
El presidente Isaías Medina Angarita, decretó día de júbilo en toda Venezuela.
En La Guaira y Caracas las manifestaciones de alegría, al llegar los campeones inundaron todos los rincones. La gente se lanzó a las calles para cargar en hombros a sus héroes.
Desde aquel histórico momento el beisbol se proyectaría hacia todas las capas sociales del país, convirtiéndose en el deporte más popular a nivel nacional.
En interesante crónica redactada por Héctor Becerra, “Al final mató el “Chino”, aparecida en “Tal Cual” del 26 de abril de 2014, como recuerdo a Conrado Marrero, plasma, al final de su ensayo, refiriéndose al juego entre Venezuela y Cuba y a los lanzadores Marrero y Canónico, lo siguiente: “Fue a ese portento de lanzador en su mejor momento al que Canónico y sus compañeros lograron vencer contra todo pronóstico para alzar el trofeo de campeones…Desde el box, el “Chino” contuvo a la peligrosa ofensiva antillana con su temida astucia, sus pitcheos bombitas y la paciencia de Job, inmune a la punzante gritería del soberano, permitiendo solo una rayita en el noveno. Tras el último out, el país explotó y el beisbol se sembró bien profundo.”.
Su amor por el beisbol llevó a Daniel “Chino” Canónico a formar parte de históricos clubes como “Los Sapos”, “Los Sabios de Vargas”, “Los Muchachos”, “Venezuela”, “Los Trece”, “Senadores”, “Pastora”, “Vargas”, “Gavilanes”, “Cervecería Caracas”. El nombre de Daniel “Chino” Canónico fue elevado, por sus méritos acumulados a lo largo de su vida como deportista y ciudadano, al Salón de la Fama del Deporte Venezolano”.
Elio Bolívar, buceador del proceso histórico, social y cultural de Guarenas, urbe donde se desempeñó como Cronista Oficial, nos dice que, Daniel “Chino” Canónico”, al lado de su gran afición por la pelota y sus hazañas como pitcher, también se desempeñó, al lado de su padre, el maestro Benito Canónico, como músico.
Asimismo Elio Bolívar plasma en el folleto “50 años de la pelota guarenera”, que Daniel “Chino” Canónico, cuando corría el año de 1940 dirigió una selección de Guarenas que se enfrentó a otra selección, dirigida por el siempre bien recordado “Cocaína” García, en un terreno donde hoy se levanta la moderna urbanización “Nueva Casarapa”. Los guareneros, señala Elio Bolívar, salieron triunfadores del tremendo compromiso con “Las estrellas negras”.
Los que deseen saber quiénes integraban los equipos dirigidos por Daniel “Chino” Canónico y “Cocaína” García, le recomendamos revisar las páginas del trabajo publicado por el historiador sobre el beisbol en el Municipio Plaza. En la lista, de ambas novenas, aparecen verdaderos trabucos.
Les dejo a continuación, para cerrar esta nota homenaje al primer centenario del nacimiento de Daniel “Chino” Canónico, parte de lo dicho por el poeta Miguel García Mackle, en discurso pronunciado en la plaza Bolívar de Guarenas el 14 de febrero de 1985, con motivo de celebrarse un año más de la fundación de dicha población: “Pero además de música, el apellido Canónico, guarenero, popular y arraigado tradicionalmente, le ha dado a nuestro pueblo otra gloria indiscutible y enaltecedora: el ídolo del extraordinario triunfo de Venezuela sobre el poderoso equipo cubano del Campeonato Mundial de Beisbol Amateur de 1941, Daniel Canónico, “El Chino”, cuya famosa bola lenta o cambio de velocidad, unido a una pasmosa serenidad, a un control del ánimo poco común, materialmente sacaron de quicio a la ingente batería cubana, porque así hay que calificarla, de ingente, pues eran realmente grandes bateadores, muy grandes, que los jóvenes de entonces, aficionados al único deporte masivo que en esa época existía, veíamos como gigantes invencibles., ¡Y “El Chino” Canónico los venció… el “Chino puso a toda Venezuela a contar los segundos entre un lanzamiento y otro.”
Jesús María Sánchez
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