“Mamá, ya regreso”, fue lo que mencionó por última vez Romel Ernesto Santoyo Conde cuando salió de la residencia de su madre, ubicada en el sector 25 de Marzo, en San Félix, así lo reseño el portal web de Primicia.
Sobre lo que pasó es poco lo que se sabe, pues sus familiares aseguran que estuvo reunido la noche del sábado con un tío materno en la Ruta I de Vista al Sol antes de que se consumara su ejecución.
Era alrededor de la 1:30 de la madrugada del domingo cuando el adolescente -de 16 años- y su pariente fueron interceptados por dos criminales que se desplazaban en una moto, cuyas características se desconocen.
“Mira, vengan acá”, fue el llamado que los aterró, acatar la orden no era una opción. Aunque ambos intentaron escapar de sus homicidas; a Romel no le sirvió de nada, inmediatamente fue alcanzado por los pillos que le quitaron la vida a tiros.
Más de cinco perforaciones por el paso de proyectiles se alojaron en su humanidad. La mayoría quedaron distribuidos en su cabeza, pecho y piernas. Se ensañaron con él.
Para el instante en que una tía lo trasladó -por medios particulares- hasta la emergencia del Hospital Dr. Raúl Leoni de Guaiparo la víctima ya no respiraba.
Su deceso quedó asentado en el nosocomio a la 1:59 a.m.
No pasó mucho rato para que su cadáver ensangrentado fuera trasladado hasta la morgue del centro asistencial.