En 2014 el gobierno anunció un presupuesto de $ 15.4 millones para la compra de equipos para guardabosques y bomberos forestales; sin embargo, «pocas veces hemos estado tan desprotegidos desde el punto de vista de la capacidad para combatir» los incendios forestales, aseguró Edgar Yerena, profesor del Departamento de Estudios Ambientales de la Universidad Simón Bolívar (USB).
El experto comentó que los incendios que se han registrado en los últimos días en parques nacionales como la Sierra de Perijá (Zulia), Los Chorros de Milla (Mérida) y el Henri Pittier (Aragua) son frecuentes en esta época del año, y más en este momento, en el cual la sequía es mayor a la de años anteriores.
«La actual no es la peor temporada de incendios que hayamos tenido en Venezuela. Pero pocas veces hemos estado tan desprotegidos desde el punto de vista de la capacidad para combatirlos. Si no tenemos quien los combata, al menos no en comparación con otros años, pues los incendios duran más, afectan más y llenan más la atmosfera de humo. Por eso parecen más graves», aseguró.
Yerena calificó como una «leyenda urbana» atribuir a cigarrillos encendidos o a pedazos de vidrio el poder de desatar incendios. «Eso es prácticamente imposible desde el punto de vista físico. Los incendios son provocados por el hombre, algunos de manera accidental, pero en todos está metida su mano».
«Siendo así, el Estado tiene el deber de prevenirlos y eso lo logra a punta de vigilancia y teniendo los equipos necesarios para que, en caso de que se presenten, poder detectarlos y atacarlos rápidamente (…) Pero con la eliminación del ministerio del Ambiente (por parte del fallecido expresidente Hugo Chávez) todos esos sistemas fueron desmantelados», indicó, según nota de prensa.