Al menos 65 personas murieron y 340 resultaron heridas en un atentado suicida perpetrado este domingo por la noche cerca de un parque en Lahore, gran ciudad del este de Pakistán, donde cristianos celebraban la Pascua, según las autoridades.
Un nuevo balance de víctimas indica 65 personas muertas y 340 heridas, anunció un portavoz de los servicios de urgencia, Deeba Shahnaz.
El jefe del Estado Mayor del ejército, general Raheel Sharif, anunció que había presidido una reunión de alto nivel para coordinar la respuesta a este «atentado suicida» y «llevar ante la justicia a los asesinos de nuestros hermanos, hermanas y niños».
La explosión se produjo cerca de un parque de la ciudad, «fue una explosión muy fuerte», precisó a la AFP un jefe policial, Haider Ashraf, quien agregó que «el parque estaba lleno este domingo».
Para auxiliar a los heridos «hemos necesitado la ayuda del ejército. Los militares llegaron al lugar y ayudan en las tareas de rescate y seguridad», explicó por su lado Muhamad Usman.
Vaticano condena
“violencia fanática”
El atentado suicida que causó al menos 65 muertos en Pakistán golpea con «violencia fanática» a «miembros de las minorías cristianas», indicó el domingo por la noche El Vaticano.
En una declaración a la prensa, el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, afirmó que el papa Francisco fue informado de esta «horrible masacre de decenas de inocentes, que proyecta una sombra de tristeza y angustia sobre la fiesta de Pascuas».
«Una vez más el odio homicida afecta vilmente a las personas que están menos protegidas. Con el Papa, oramos por las víctimas, estamos cerca de los heridos, las familias afectadas por un inmenso dolor, los miembros de las minorías cristianas afectadas una vez más por la violencia fanática, y de todo el pueblo paquistaní herido», añadió el portavoz.
AFP