El dolor, rigidez e inflamación articular causados por la artritis reumatoide limitan el rango de movimientos de las personas con esta patología, haciendo necesaria la práctica de ejercicios específicos que ayuden a recuperar la movilidad en los miembros afectados. Al respecto, la médico internista y reumatóloga Yvonne Rengel, enfatizó la importancia de ejercitar manos y pies para combatir los efectos de la enfermedad.
La galena enfatizó la importancia del diagnóstico temprano de la artritis reumatoide, ya que la progresión de la enfermedad, sin aplicar ningún tipo de tratamiento farmacológico ni hacer ejercicios, puede deformar las articulaciones y causar limitaciones permanentes de la movilidad, que obliguen a la persona a utilizar equipos como férulas, bastones o sillas de ruedas.
Las manos y pies son miembros vulnerables a los que se les debe prestar especial atención. La doctora Rengel recomienda seguir un plan de rehabilitación con orientación del reumatólogo como médico tratante coordinando un equipo de trabajo que incluye al fisiatra, fisioterapeuta y terapista ocupacional, encargado de diseñar el plan de rehabilitación que debe continuar en cas). En líneas generales la indicación es combinar movimientos circulares de las articulaciones, con ejercicios de flexión y extensión de las mismas. Estos ejercicios se pueden realizar en casa por al menos diez minutos, intercalados con períodos de descanso.
Una vez superada la inflamación de las articulaciones con el tratamiento farmacológico y rehabilitación, el paciente deberá incorporar en su plan de vida la práctica regular de ejercicios físicos. Bajo la previa autorización del reumatólogo tratante, el paciente deberá realizar entrenamientos que mejoren su capacidad física, como caminar, nadar o hacer bailoterapia, dependiendo de su preferencia.
Antes de empezar los ejercicios se pueden relajar los músculos colocando calor húmedo local durante 30 minutos, bien sea con una fomentera o un paño humedecido con agua tibia.
Hacer movimientos circulares de los tobillos.
Estirar y flexionar las piernas para darle movilidad a la rodilla.
Relajar, estirar, tonificar fortalecer los músculos que permiten reducir el esfuerzo de las articulaciones.
Mantenga una actitud positiva y proactiva ante la enfermedad.
Acepte ayuda de sus familiares y amigos para realizar sus quehaceres.
Fraccione sus actividades en jornadas cortas de 45 minutos a una hora e introduzca periodos de descanso de 5 o 10 minutos.
No cargue peso en las articulaciones más pequeñas de las manos, como cargar varias bolsas de compras en las puntas de los dedos.
Cada uno de estos ejercicios se realiza diez repeticiones todos los días:
Con el dedo pulgar e índice tomamos una pinza de colgar ropa y tratamos de encajar la pinza en el borde delgado de la mesa y así sucesivamente con los demás dedos.
Tomamos una plastilina escolar y se aprieta entre el dedo pulgar e índice y se procede a aplastar lo más que se pueda.
Se toma una plastilina escolar y se aprieta con el puño
Acercamos y alejamos los dedos.
Vía Informe 21