A lo largo de los más de 50 años de gobierno castrista se hace indudable la continua, negociada y sigilosa conversación entre la isla y Washington
Cuando escuché hace unos meses sobre la confirmación de la visita del presidente Obama a Cuba, surgió en mí un fugaz pensamiento, uno de esos que desde hace mucho tiempo venían rondando, pero al final faltaba un eslabón para poder completarlo. El 20 de marzo de 2016 se abrió “el único gobierno comunista de América al final capítulo”
A lo largo de los más de 50 años de gobierno castrista se hace indudable la continua, negociada y sigilosa conversación entre la isla y Washington, sometiendo a su pueblo a las peores condiciones, pero siempre conservando la estabilidad del régimen político, elevando una máxima de la diplomacia internacional: “en el mundo no hay amigos, solo existen intereses”.
Intereses de un neo pragmatismo burocrático en decadencia muestran un sistema inviable, que en términos más claros se reacomoda y hace de su enemigo ideológico su mayor aliado estratégico.
A decir verdad, lo que haga el gobierno cubano con su estrategia es cosa de ellos, pero lo cierto, en términos simbólicos y mucho más espirituales, es que esos antimperialistas paladines del anticapitalismo siempre fueron caballos de Troya para la izquierda mundial, mostrándose como la última reserva moral, intentando guiar a los pueblos por un camino que solo favorecía a sus mezquinos intereses.
En el caso venezolano no solo fuimos víctimas, fuimos usados y vilmente estafados con miles de negocios leoninos de lesa patria, simulando una pseudo integración que generó a la nación una pérdida de alrededor de 130 mil millones de dólares por concepto de convenios internacionales, siendo el gran ganador el régimen radicícola castrista.
Tristeza y pena. La tristeza es por la terrible expoliación que permitió el gobierno venezolano en aras de la construcción del Socialismo del Siglo XXI; pena con nuestro pueblo, que hoy vive una de las peores crisis de su historia, y lo único que le ofrecen es lo mismo que le han dado al pueblo cubano, menos pan y más circo. Al final, Fidel, la historia no te absolverá…
Luis Lira Aponte
aporrea.org