Las expectativas de un incremento en el volumen de visitantes a los distintos destinos del territorio nacional, no se cumplieron, al haber habido un descenso ente un 50 y 60% en el volumen de movilización de visitantes.
Los destinos turísticos más afectados por esa baja de visitantes, fueron: Nueva Esparta, Mérida, Aragua, Falcón, Bolívar, Vargas, Miranda.
Las razones de esta tan significativa mengua en el volumen de visitantes se debió entre otras causas: el desabastecimiento y la escasez de productos de la canasta básica y de higiene, los altos precios en los pasajes tanto terrestres como aéreos, la especulación, a falta de luz y de agua.
Los residentes de las grandes ciudades, prefirieron quedarse en su respetiva ciudad cumpliendo con el sagrado deber de cumplir con Dios, y de aprovechar el asueto largo, para hacer las colas en los bicentenarios, PDVAL, Súper Abastos, FarmAhorro y Locatel, para adquirir comida y medicina.
Los comerciantes de las zonas playeras, se quejaron de la baja notable en sus ventas, en comparación de las de año pasado, ya fueron menos los temporadistas y muchos ellos, llevan sus propios alimentos y bebidas.
Ya ido el Carnaval y la Semana Santa, el país, entra en la baja temporada y los destinos turísticos tendrán que esperar hasta finales de julio, cuando se inicie la temporada alta de las vacaciones estudiantiles, con la esperanza que haya luz, agua, comida, medicinas y seguridad, para poder equilibrar sus economías domésticas.