Tuvo una larga y exitosa carrera como guardameta, y buenos resultados como técnico con las divisiones menores, incluida una clasificación mundialista
La designación de Rafael Dudamel luce como único punto positivo de la reunión que la directiva de la FVF tuvo ayer con los medios de comunicación.
Se deduce de las distintas impresiones transmitidas por los medios, que incluyen no pocas manifestaciones polémicas del presidente encargado del organismo.
Vamos con lo positivo, porque el nuevo seleccionador, aunque con poca experiencia, se ha revelado como alguien con virtudes como para asumir una función tan delicada e imperativa: debe comenzar “desde ya”, con la convocatoria preliminar, el compromiso de la Copa América del centenario, a disputarse desde el 2 de junio en Estados Unidos; un camino que será muy útil en el intento de corregir el rumbo de una Vinotinto empantanada desde el comienzo de la eliminatoria para el mundial Rusia 2018.
Larga y exitosa carrera como guardameta, que incluye 57 participaciones con el equipo nacional. Buenos resultados como técnico con las divisiones menores, incluida una clasificación mundialista. Personalidad fuerte, su trabajo al frente de selecciones y del Deportivo Lara, así como las funciones de comentarista en algunos eventos por televisión, presentan un personaje que sabe comunicar, es exigente y tiene arrestos para poner en práctica sus ideas. Al respecto puede citarse su primera experiencia internacional, cuando sorprendió a muchos con planteamientos agresivos, de disposición táctica que poco suelen usarse por estos lares.
Dudamel va a un reto para el cual estaba signado, aunque no se lo esperara tan pronto. Y tiene por delante deshacer entuertos como la relación con los jugadores y enfrentar un ciclo donde no solo se le exigirá buen juego sino resultados y, en particular, presentar la mejor imagen de una renovación inminente. La Copa América será su primer examen y el punto de evaluación para el combinado que cubrirá el resto de la eliminatoria.
No vamos a entrar en consideraciones sobre otros aspectos de la rueda de prensa, casi todos negativos. Solo en algo que puede afectar la tarea del nuevo seleccionador o provocar roces con la dirigencia. La posición del presidente de la FVF, quien mantiene el tono beligerante hacia algunos jugadores y cuyas manifestaciones levantaron polvo.
Coincide Laureano González con el “terremoto económico” que sacude al país y afecta a la Vinotinto pues su principal sponsor, Pdvsa, tampoco le paga a la FVF. Pero, por ejemplo, deja un tufo “gobiernero” recordarle a Salomón Rondón que nació en Catia, por unas declaraciones sobre lo que significa sobrevivir en Caracas, que suscribiría una altísima mayoría de los venezolanos. O censurar a Amorebieta por “llevarse” 40.000 dólares, como si eso no hubiera sido lo acordado, independientemente de lo exagerada que pueda lucir la cantidad.
Las recientes actuaciones de la Vinotinto llaman a poner la lupa sobre algunos casos. Pero, por encima de todo, es momento de recuperación, de retomar antes que se pierda todo lo avanzado en la última década. Insuficiente, desde luego, pero en un camino de evolución que, ya se sabe, es largo. Pero lo peor es retroceder.
Duro camino
Rafael Dudamel tendrá un camino complicado al mando de la Vinotinto de mayores en los próximos partidos de la selección en las Eliminatorias y de cara a la Copa América Centenario, donde se ocupará de algunos factores.
Dudamel, con su experiencia como futbolista y técnico al dirigir a la Vinotinto Sub-17 y Sub-20 y otros equipos criollos, tendrá dos funciones principales en su nuevo cargo: reestablecer la unión de jugadores con la Federación Venezolana de Fútbol y mejorar el estilo de juego.
El estratega se debe reunir con los firmantes, que por estar en contra de la forma con la FVF pusieron en tela de juicio su compromiso con la selección, aunque alguno fueron convocados en la última doble fehca de las Eliminatorias como Salomón Rondón, Oswaldo Vizcarrondo, Roberto Rosales, Luis Manuel Seijas, Josef Martínez y Alejandro Guerra. Si la unión se reestablece entre los futbolista y el ente directivo de la federación podría mejorar el nivel que tenía la selección.
-Armando Naranjo-