Habría que determinar o escudriñar en el pasado más o menos inmediato en qué mala acción o acciones habrán incurrido los mirandinos para tener que padecer la inanidad gubernamental actual
Hace pocos días, concretamente el 28 de marzo, se conmemoró el doscientos sesenta y seis aniversario del nacimiento del generalísimo Francisco de Miranda, insigne compatriota, precursor de la independencia venezolana y latinoamericana, cuya obra y trayectoria antiimperialista debería ser fuente permanente de emulación para todas las generaciones del presente y del devenir venezolano. Particularmente para los naturales y para quienes hacen vida en esta entidad federal cuyo gentilicio está inspirado en el nombre de tan ilustre ciudadano.
Con motivo de esta conmemoración me sobrevino a la mente una inquietante reflexión, sin ninguna intencionalidad mística, relacionada con la situación que se le plantea a la colectividad mirandina que desde hace varios años, siete y cuatro meses, para ser más preciso, viene padeciendo la calamitosa gestión de un gobernador, que más bien no gobierna, y que luce en una relación causa-efecto, cual secuela, como reacción colectiva de un karma que los mirandinos del presente deben asumir o retribuir a consecuencia de acciones del pasado.
En ese sentido habría que determinar o escudriñar en el pasado más o menos inmediato en qué mala acción o acciones habrán incurrido los mirandinos para tener que padecer la inanidad gubernamental de Henrique Capriles Radonski.
No es un decir
Por supuesto, evaluar, en estos términos la gestión Capriles en Miranda más que obedecer a una postura política responde al acopio objetivo de los magros resultados que arroja la pasantía de Capriles por la Casa Amarilla de Los Teques y, que, a decir verdad, ya tiene sus antecedentes en la fútil gestión que orquestara en el Municipio Baruta, cuando le correspondió ejercer como Alcalde de esa jurisdicción mirandina de la Zona Metropolitana de Caracas. ¿Será ésta parte del karma en cuestión?
Así que no, no es un mero decir opositor, pues, al igual que nos hemos preguntado, en pasados artículos e inquirido a pobladores baruteños sobre alguna obra trascendente que haya dejado Capriles producto de su gestión en ese municipio, ahora nos preguntamos y le extendemos la misma pregunta a nuestros apreciados lectores: qué obra significativa se podría apreciar en el estado Miranda como resultado de la ejecutoria del flaco Capriles en sus ya casi ocho años de gobierno formal, aunque no efectivo, en este estado que lleva el honroso nombre del Precursor Miranda.
No es motivo de regocijo
Sin hacer mucho esfuerzo, lamentablemente, el resultado de esa indagatoria es negativo, no hay nada emblemático que pueda asumirse como referencia de esta deficiente gestión. Y no únicamente nos estamos refiriendo al aspecto físico o infraestructural, donde de hecho no hay una sola obra que pueda servir de muestra referencial, a pesar de los ingentes recursos que le ha correspondido administrar y que, por cierto, en ningún caso le ha sido regateado por el gobierno nacional ni obstruido por el actual Consejo legislativo del Estado Bolivariano de Miranda; sino también en el orden espiritual o inmaterial donde, mucho menos, hay alguna huella que quede para la posteridad y enaltecimiento del pueblo mirandino.
Y conste que este registro adverso lejos de ser tomado como elemento de regocijo para quienes adversamos como gobernador a este dirigente del partido Primero Justicia y dos veces ex candidato presidencial de la MUD, es, por el contrario, motivo de gran preocupación tanto por el hecho tangible de que no hay ni siquiera obra residual destinada para satisfacer las necesidades materiales y espirituales de la colectividad mirandina como por el hecho político de que, con todo y la irrebatible pésima gestión, los guarismos electorales in crescendo han venido favoreciendo al plan político desestabilizador de la oposición.
Hechos irrebatibles
Para ser más preciso, estamos ante hechos objetivos, que están allí, en la realidad irrebatible mirandina, de la cual pueden dar fe miles de testimonios de los propios funcionarios adscritos a la gobernación, tales como los trabajadores de la educación, los bomberos, los instructores deportivos, incluso de los agentes policiales que al igual que muchos otros han sido víctimas de la incapacidad administrativa, previsiva y solidaria de la administración caprilera; pero, además, basta con apreciar la manifiesta incapacidad del gobernador para intervenir positivamente con respecto a problemas palpitantes de la comunidad mirandina, tales como la acuciante inseguridad, la parte de la vialidad urbana y rural que es de su competencia directa, su nulo impulso a la actividad económica productiva, su inexistente aporte en la construcción de viviendas, su indiferencia cómplice con relación a la escasez y acaparamiento de productos de la dieta básica, etc., y que él como primer magistrado regional, por ley debería atender, y ante los cuales se hace la vista gorda, bien por singular ineptitud o bien por cálculos politiqueros, basados en la insensata e irracional idea de que el agravamiento de los problemas va en detrimento del gobierno nacional y redunda en beneficios de quienes le adversan.
La clave
Ahora bien, lo cierto es que con todo y esta gestión tan negativa de Capriles, la propuesta política que representa ha venido siendo favorecida electoralmente. Cuál será la causa de este hecho contradictorio, será del pueblo mirandino que está pagando un karma o será expresión de las inconsistencias del proyecto político chavista para asumir la complejidad de la presente coyuntura que atraviesa el país, y, por ende, del estado Miranda. El Congreso de la Patria muy bien puede ser la oportunidad propicia para abordar este enigma. Pensamos que la clave del asunto está en el discernimiento que está planteado realizar en torno al bloque histórico que, por cierto, no se limita, como piensan algunos compatriotas, al aspecto de la política de alianzas, de por sí importante, pero que sin dudas implica incorporar en el análisis otros cruciales elementos. Teoría y práctica es la clave.
“Con todo y la gestión tan negativa de (Henrique) Capriles (en Miranda), la propuesta política que representa ha venido siendo favorecida electoralmente…”