Los altos índices de inseguridad y las cifras de muertes violentas son dos de las razones por las cuales el Movimiento al Socialismo (MAS) exigió la declaratoria de emergencia nacional ante los alarmantes niveles de la inseguridad.
Así lo planteó en una nota de prensa, la vicepresidenta nacional de la tolda, María Verdeal, quien apuntó que la violencia generalizada y la impunidad de la delincuencia, somete a los venezolanos sin distinción alguna.
Verdeal recordó que durante la última semana más de cien cadáveres ingresaron a la Morgue de Bello Monte y resaltó los homicidios de un alcalde, un concejal, un sacerdote y un general, lo que correspondería solo a crímenes visibles, sin desestimar las altas cifras de asesinatos a la ciudadanía, quien según refirió, vive en constante estado de alerta y zozobra, por lo que se requieren medidas urgentes para afrontar esta crisis.
Asimismo, la vocera naranja manifestó que las protestas por las carencias de servicios básicos como agua y electricidad, falta de alimentos y medicinas, sigue a la orden del día y se incrementan en el país, atizando un clima que no se corresponde con las realidades que percibe la dirigencia política nacional, tanto en la MUD como el Gran Polo Patriótico.
Señaló que estos polos políticos “van por un lado y el país por otro” y que continúan bajo una constante confrontación en todos los ámbitos, incluyendo desde el seno del parlamento nacional, en el cual se aprueban de manera legítima las leyes que son rechazadas luego por el presidente Nicolás Maduro.
En torno a ese punto destacó la recién aprobada Ley de Amnistía, que recientemente recibió el respaldo de la Internacional Socialista para su promulgación y aplicación, pero que será sometida a “consultas públicas” por parte del Ejecutivo nacional, sin que sepan detalles de cómo y dónde se efectuarán estas consultas.
En ese sentido, resaltó que lo más viable sería acoger la propuesta que se desarrolla desde el MAS de efectuar un gran Acuerdo Nacional, que involucre a todas las fuerzas vivas del país y a todos los sectores, con el fin de crear un compromiso para buscar soluciones concretas a la crisis estructural que atraviesa Venezuela y que no sea solo un acuerdo más, como el aprobado recientemente por el parlamento a raíz del llamado del papa Francisco, que fue sancionado por ambos bandos políticos pero que “solo quedó para la foto”.