La canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, publicó desde su cuenta en Twitter, @DrodriguezVen, una carta dirigida al secretario de Estado de Estados Unidos (EEUU), John Kerry, en la cual le solicitó un trato de respeto hacia Venezuela, conforme a los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas.
«Desde mi condición de canciller (…) lo invito cortésmente y entre pares iguales a dirigirse a la Patria de Simón Bolívar en términos y formas de respeto, desprovisto de la arrogancia histórica que ha caracterizado el ejercicio del poder en su país, y conforme a los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas y del Derecho Internacional, normas fundamentales para el relacionamiento entre los Estados soberanos», refiere un extracto de la misiva.
La carta, con fecha de 24 de marzo, es en respuesta a la carta de Kerry que respondía a la invitación que le hizo Venezuela al Debate Abierto sobre Respeto a los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas como elemento fundamental para el mantenimiento de la paz y la seguridad internacional, celebrado el pasado 15 de febrero.
Rodríguez resaltó a Kerry la importancia de dicho debate, en el cual «ratificamos nuestra máxima aspiración porque los principios de la Carta de las Naciones Unidas, baluartes del Estado de Derecho Internacional, sean realidad única y universal entre todos los Estados».
La ministra para Relaciones Exteriores lamentó que a pesar de estos esfuerzos, persistan “poderes fácticos abiertos o subrepticios, los que por medio de acciones bélicas, financieras, psicológicas lesivas de la identidad y comunicaciones promuevan el odio y obstaculicen la gobernanza que ha decidido darse el poder popular a través del voto”.
Rodríguez reiteró al gobierno de EEUU que si la igualdad soberana de los Estados «fuese respetada por quienes históricamente han abusado de la fuerza y utilizado las amenazas, las medidas coercitivas unilaterales y extraterroriales contra pueblos inocentes y nacionales soberanos, la conflictividad, la violencia y la guerra no habrían martirizado a países tan disímiles como Vietnam, Cuba, el Chile de Allende, pasando ahora por Irak, Libia y Siria, entre tantos otros ejemplos de la dolorosa historia reciente de la humanidad».
La ministra indicó que “precisamente Venezuela ha sido una de las víctimas de esas agresiones, por el solo hecho de que decidió transitar por los amplios caminos de la democracia participativa bolivariana y ejercer el derecho inalienable de construir nuestro propio modelo político y social, basado en la inclusión, la lucha contra la pobreza, la educación y salud para todos y las amplias libertades civiles y políticas consagradas en nuestra Carta Magna».
Refirió que a pesar de acciones terroristas, campañas mediáticas de desinformación y saboteos económicos contra Venezuela, «aun así hemos logrado mantener la paz de la República y los derechos civiles y políticos de nuestros ciudadanos».
También mencionó la renovación del decreto del Gobierno de EEUU contra Venezuela, a través del cual se califica a la nación suramericana de una amenaza «inusual y extraordinaria» para Estados Unidos. En tal sentido, reiteró que la prórroga de la Orden Ejecutiva «vulnera la Carta de la ONU y desconoce el clamor del pueblo venezolano y de los jefes de Estado de América Latina y de otras regiones del mundo que expresamente han exigido derogar la aberrante afirmación de considerar a Venezuela una amenaza para los Estados Unidos».
La canciller, en nombre de Venezuela, reiteró el rechazo al terrorismo y acciones de extrema violencia, así como a las guerras y remarcó que «la única vía para rescatar la paz y la seguridad internacionales es evitar las amenazas, la injerencia en asuntos ajenos, los bloqueos territoriales, económicos, o de información, y cualquier forma de intervención, que desafortunadamente solo han servido para generar el saldo lamentable de millones de seres humanos expatriados, agredidos en sus ilusiones, en su dignidad, y en su derecho a la paz y al desarrollo».
Rodríguez recomendó, respetuosamente, a Kerry atender los asuntos internos de EEUU para atender las demandas legítimas de su pueblo y no los intereses de grandes corporaciones. AVN
YM