Los denunciantes reclamaron falta de insumos, deterioro de equipos e infraestructura y ausencia de bonos salariales como los principales problemas de uno de los centros de salud más importantes y emblemáticos de la capital
Médicos, empleados y obreros que hacen vida en el Hospital Universitario de Caracas protestaron este miércoles ante la falta grave de insumos, deterioro de los equipos e infraestructura y un sinnúmero de necesidades, y afirmaron que, en consecuencia de ello, se ha producido un incremento en la mortalidad de los pacientes.
Desde el pasado 29 de marzo se realizó una reunión con las autoridades del Ministerio y Viceministro del Poder Popular para la Salud de Venezuela (MPPS), el Viceministro del Trabajo, pero no han recibido respuestas concretas a las solicitudes hechas entonces.
«Lloramos por la cantidad de pacientes que se mueren por falta de insumos, la subdirectora Antonieta Caporales no da la cara y no da respuesta de nada», dijo Shaina Moreno, pertenece al Sindicato de Empleados Sumet del HCU.
«Seguiremos protestando hasta que por lo menos un representante del ejecutivo nacional se presente en las intalaciones del HCU. El llamado es que la doctora Antonieta Caporales dé la cara a los trabajadores y a los pacientes que acuden al hospital para dar respuesta de insumos, comida y salarios», conluyó Moreno.
Otra sindicalista de empleados Sumet del HCU, Margó Monasterios, indicó que la sala de emergencia tiene meses sin aire acondicionado y sin material de trabajo. «Los tubos de ensayo están vencidos, el historial de los pacientes están tirados en el piso y parte de los laboratorios están en muy malas condiciones», expresó.
Según los denunciantes, el déficit de insumos crece día a día; no hay inyectadoras, suturas, yelcos, solución fisiológica, analgésicos, antibióticos, ni ningún tipo de medicamentos y tampoco hay material quirúrgico, como gasas, algodones, anestesia, tapabocas y guantes.
En el área de emergencia del Clínico, solo dos enfermeras atienden más de 10 pacientes a la vez, no hay agua, los baños sucios y estropeados. El estado de las sillas de ruedas pudiera ocasionar un accidente al trasladar un paciente. «Desde hace mucho tiempo no recibimos sillas de ruedas, tenemos solo 3 y a veces trabajamos con una», expresó Michel Martínez, trabajador en el área de emergencia.
«No hay insumos de ningún tipo en todo el hospital, no hay agua y la luz va y viene. No hay material de aseo, el personal de limpieza solo limpia con agua y el área de trabajadores para reposar es como un nido de ratas», finalizó Martínez.
El personal obrero del hospital afirma que no reciben el aumento salarial como lo indica el decreto en la Gaceta Oficial; un obrero gana sobre los 6 mil bolívares quincenales y no reciben respuesta sobre sus salarios. «La respuesta que dio Caporales es que hagamos lo que queramos hacer. Hay mucho atropello», expresaron los obreros.
Una camarera del sótano del hospital afirma que trabajan sin materiales y los envían a los baños de la morgue sin protección. «Los jefes y supervisores nos agreden porque se creen militares, nos pisotean. Queremos que nos paguen, ya basta que jueguen con nosotros», dijo.
En el área de nutrición, la situación es crítica, porque no hay alimentación tipo suero parental, tampoco vitaminas, ni complementos alimenticios. La cocina tiene deficiencias, porque no hay cantidad de comida suficiente para cubrir a todos los pacientes y menos para aquellos que requieren alimentos especiales de acuerdo a las patologías que sufren.
«A los pacientes le dan arroz con huevo, arroz con ensalada, no le dan sopa, ni pan, sea la patología que sea. Hace años que no llega una buena cantidad de comida», manifiestan varios voceros del hospital.
Asimismo, denunciaron que en donde se reciben los nutrientes para los pacientes, las aguas negras corren a la libre desde hace más de 2 meses y hasta la fecha no existe mejora en el sitio.
Denis Guedes, delegado sindical de hospitales y clínicas en el área metropolitana de Caracas, comenta que desde hace más de 8 meses que llegó la doctora Antonieta Caporales, el bono al empleado que debería efectuarse el primer trimestre de cada año no se ha cumplido. «Se metió con el salario de los trabajadores, hay una desmejora total, tampoco han aumentado los tickets de alimentación», denunció. «La protesta no solo es por el compromiso laboral, también es porque los pacientes no tienen insumos, hay una mala administración acá en el hospital», finalizó Guedes.
Por otra parte, la papelería y material de oficina también están escasos en el importante centro asistencial. Los médicos no cuentan con papel para hacer récipes, historias, e informes.
Eucaris Malavé, Jefe del Departamento de Bioanálisis, realizó una reunión con la dirección para resolver parte de los problemas. «Nos dieron instrucciones para que se reparara el aire acondicionado, estamos en la espera de que lleguen los materiales», dijo.
Asimismo, familiares de los pacientes que residen en el hospital tienen que comprar los insumos que le piden los médicos. «Mi esposo tiene 4 meses hospitalizado para operarlo a corazón abierto, aquí me pidieron 40 sueros y no los encuentro, pero gracias a Dios tenemos buenos médicos», dijo el familiar. «Mi esposo tiene 2 meses en el hospital, tiene las arterias obstruidas y no consigo los medicamentos que me piden, lo único bueno son los médicos y las enfermeras que trabajan en el hospital», manifestó otro familiar de un paciente residente.
Voceros del Hospital Universitario de Caracas afirman que agentes de seguridad de la doctora Antonieta Caporales implementó un operativo dentro del hospital evitar el acceso de la prensa, y como parte de ello resultaron agredidos reporteros del canal Globovisión.
Anunciaron los empleados del HCU que seguirán protestando hasta que las autoridades den la cara y se prpduzca una mejora para los empleados y los pacientes.
Los trabajadores del HCU están en peligro de perder sus trabajos
Denis Guedes: «Queremos nuestro aumento salarial ya»
Margó Monasterios: «No hay insumos en todas las áreas del hospital»
Ysabel E. Atique
isabelatique@gmail.com
Fotos Giovanni Martínez