Yulimar Rojas, la primera campeona mundial de atletismo venezolana y la más joven en coronarse en el triple salto en un Mundial bajo techo
A los 20 años una de las sensaciones nacionales para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro pero lo asume con calma: «Apenas estamos comenzando».
«Es un gran orgullo, siempre había soñado con unos Juegos Olímpicos. Estar entre las mejores del mundo da mucha motivación, pero apenas estamos comenzando», aseguró Rojas en una entrevista.
Irrumpió en escena ganando la medalla de oro el pasado 19 de marzo en los Campeonatos Mundiales de Atletismo bajo techo en Portland, (EEUU), con un salto de 14,41 metros, pero a principios de año ya había logrado en el Trofeo de Invierno de Madrid una marca de 14,69, que igualó el mejor registro ‘indoor’ del mundo de 2015.
Estos resultados le permiten participar este año en la VII Liga Diamante, en la que solo compiten los atletas con las mejores marcas a nivel mundial y que consta de 14 paradas, aunque los atletas generalmente no se presentan en todas.
«Siento mucha felicidad de participar en una competencia prestigiosa como esa. Todavía no sé a cuántas asistiré antes de Río, pero en principio el 9 de mayo estaré en Doha, que es la primera en la que competiré», comenta desde España, donde se entrena bajo la tutela del cubano Iván Pedroso, nueve veces campeón mundial de salto largo.
«Asistir a la Liga Diamante va a ser determinante para los Juegos Olímpicos, en donde está la mayor cantidad de saltadoras de gran calidad. Mi participación allí subirá mi nivel competitivo», agrega.
Uno de los aspectos más llamativos de Rojas, además de sus 1,92 metros de estatura, es la rapidez de su evolución, un aspecto que la ayuda a reforzar su confianza.
«Para tener dos años en esto voy muy bien. Todo va marchando. Mis marcas en esta etapa han sido muy por encima de las que hice el año pasado. Al Mundial llegué con tres competencias disputadas y estuve muy bien», dice Yulimar, que antes competía en el salto alto y largo y que apenas tiene cinco meses entrenando con Pedroso.
«Ha estado muy fuerte el entrenamiento, tras la temporada de invierno. Estoy trabajando en mi velocidad, técnica de carrera, de salto e impulso, que son aspectos fundamentales para competir y concentrada en saltar por encima de 14,50», afirma.
Rojas se enfoca en consolidar su registro de salto pues hasta ahora su mejor marca al aire libre es de 14,35 alcanzada en su quinto intento en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, donde logró la clasificación a Río.
Para ello, la atleta venezolana toma como referencia a la colombiana Caterine Ibargüen, medallista de plata en Londres 2012 y actual campeona panamericana, que en 2014 consiguió el quinto mejor salto triple del mundo con 15,31 metros en la Copa Diamante.
«Veo vídeos de sus competencias porque es muy buena técnicamente. Es famosa y ha logrado grandes hazañas. Lleva tres años sin perder», comenta Yulimar.
Con Ibargüen ha coincidido dos veces: en 2014 durante los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Veracruz y en los Panamericanos de Toronto en 2015.
«Veo en ella la posibilidad que tengo de lograr un mayor alcance. Es una excelente competidora y persona», dice.
Para Rojas también es prioritario trabajar en el manejo de las emociones y el control de sus pensamientos antes de saltar.
«Este aspecto ha sido importante para estos resultados que he obtenido», resalta.
A Yulimar le hace ilusión ganar medallas para su país y quizá igualar a Arnoldo Devonish, quien consiguió con el salto triple la primera medalla olímpica de Venezuela en su historia con un bronce en los Juegos de Helsinki 1952, a los 20 años.
Pero cuando se le pregunta por Río 2016 elige ser precavida: «Este no es mi tope, para los siguientes Juegos Olímpicos voy a estar mejor». EFE
YM