Usuarios de la ruta hasta Caracas denuncian que cada día los choferes aplican una tarifa distintas, en detrimento del presupuesto familiar. Piden adema´ñas acciones contra la especulación que promueven conductores “piratas”
Higueroteños, quienes se encontraban desde las 4 de la mañana esperando una unidad para dirigirse a sus actividades cotidianas en Caracas, y luego de 4 horas sin la llegada de una buseta de la Linea Encarnación Barlovento, protagonizaron una protesta por los continuos abusos, que denuncian, son cometidos por los transportistas al cobrar cada día una tarifa diferente de los pasajes y la falta de las unidades en horas pico, lo que favorece el cobro exhorbitante del pasaje por parte de autobuses “piratas” que hacen su agosto en un solo día.
Al apoyo, como funcionarios municipales y pueblo, llegaron el concejal Robert Peña, y el presidente del Instituto de transporte, Simón Boada, el Jefe de la división de Fiscalización del mismo instituto. El justo reclamo fue resguardado por la Guardia Nacional Bolivariana, quien procuraron la canalización de las acciones del pueblo.
César Sojo, como usuario del Transporte, reclamo la falta de control del servicio donde cada día el abuso se hace presente: “ Un día cobran una tarifa y al otro día es otro, igualmente ocurre desde el terminal de Nuevo Circo hacia Higuerote, aquí se trata de un saboteo al bolsillo del pueblo, y no se dan cuenta que el servicio que prestan se vuelve deficiente. Son dos o tres personas que determinan cuánto cobra un pirata y han llegado al colmo de cobrar a la gente humilde 700 bolívares, con un sueldo mínimo cómo se traslada una persona a sus actividades”, recalcó.
El pasaje oficial de Higuerote a Caracas en una unidad que no cuenta con aire acondicionado es de 279 bolívares y los que disponen de aire cobran 310. Un autobús de 32 puestos a una tarifa de 700 bolívares logra en un viaje 22.400 bolívares, con cuatro viajes al día tiene un ingreso de 89.600 bolívares diarios, ingreso que representan alrededor de 8 salarios mínimos.
El concejal Robeth Peña exigió como usuario del transporte, el respeto por el pueblo; “no al saboteo y es así como hoy el pueblo ha salido a hacer hacer sus derechos en el sistema del transporte, que hay que accionar para acabar con una especulación criminal en Barlovento, donde es inconcebible que una paca de harina de maíz , pasta o arroz se venda entre los 13 y 15 mil bolívares”, dijo el edil.