Muchos se pasan la vida haciendo daño a sus semejantes y usan el poder para violentar los derechos humanos
El hombre posee derechos que le son innatos. Bajo ninguna circunstancia deberían ser irrespetados ni violados, porque se atenta contra la naturaleza misma. En el reino animal no existen porque se supone que cada ser actúa por instinto y, por lo tanto, no tienen conciencia ni la capacidad de decidir entre el bien y el mal.
Por siglos el ser humano se ha movido entre pensamiento y pasiones; entre el bien y el odio. Muchos se pasan la vida haciendo daño a sus semejantes y usan el poder para violentar los derechos humanos. En el devenir histórico del mundo sobran los ejemplos. Desde la antigüedad hasta nuestros días, los DDHH se han violado por diversas excusas. Con la aparición de convenciones y la firma de diversos tratados, se ha combatido esta aberración. Sin embargo, persisten en algunos países del mundo.
Por otra parte, el surgimiento de organizaciones no gubernamentales que dicen defender los DDHH contribuye a mejorar el estatus de los mismos. Pero, muchas de estas organizaciones no cumplen con el rol para la que fueron creadas. Incluso enmascaran sus objetivos atacando gobiernos de manera parcializada. No se justifica que sus injerencias en Venezuela estén orientadas a justificar y apoyar a personas que han atentado en contra de la paz ciudadana y que han provocado víctimas mortales en diversos hechos golpistas.
Apoyar una Ley de Amnistía que perdona infinidad de delitos de todo tipo es aberrante. Incluso el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los DDHH junto con la Corte Interamericana se han parcializado por los victimarios. ¿Cómo se pueden favorecer los delitos en contra de la vida de personas? ¿Por qué obviar los procesos judiciales establecidos en la ley venezolana? ¿Cuál es el interés por defender una ley a todas luces ilegal? ¿Escucharon a las víctimas o a sus familiares para conocer su sufrimiento? ¿Acaso no son delitos de lesa humanidad la muerte de cuarenta y tres ciudadanos? ¿Existen para estas organizaciones ciudadanos de primera categoría y los demás simples mortales y sin derechos? En la realidad, son organizaciones sectarias, excluyentes y parcializadas que velan por los intereses del capital.
José Gregorio González Márquez
caminosdealtair@hotmail.com