Ahora comparte la punta de la Liga Española gracias a la victoria del Atlético, con un Real Madrid respirándoles en la nuca
Con el título en el bolsillo hace apenas un mes, el FC Barcelona sumó su tercera derrota consecutiva en la Liga y enlazó su cuarta jornada sin ganar para gastar todas sus municiones. Sigue líder, por gol average, pero ya ha perdido toda condición de favorito y donde nada valió el gol 500 de Messi.
El Valencia, que en su última visita al Camp Nou se llevó siete goles con una goleada humillante en la Copa, asaltó lo que fue un fortín y se ha convertido en una casa de locos, donde la depresión ha aparecido como nadie pudo imaginar.
Cinco ocasiones sumó el Barça para que al Valencia le bastase con una y media para adelantarse en el marcador a los 26 minutos, en un centro de Parejo que pasó de intrascendente a explosivo, cuando lo tocó mal Rakitic para despistar a Bravo.
El 0-1 aturdió al Barcelona, que dominaba la situación, que combinaba, corría, jugaba y gustaba a la entregada hinchada, al lado de los suyos como se había reclamado…
Redobló su apuesta el campeón y le respondió tanto la defensa como en último término Diego Alves, sacando balones inverosímiles y manteniendo el cero en la portería contra toda lógica. Hasta que llegó otro golpe, durísimo, al mentón del Barça.
De hecho los últimos instantes del primer tiempo ya se vio al Valencia más suelto ante el nervio creciente del equipo de Luis Enrique y en el último suspiro de ese primer acto, tras una jugada muy elaborada y acertada, Parejo cedió para el disparo a quemarropa de Santi Mina. 0-2. Ver para creer.
MARCAR, SUFRIR…
Tocado, al borde del KO absoluto como un púgil mareado, el Barcelona apareció para el segundo acto con la única intención de remontar de cualquier manera. Y fiando toda su suerte al renacer de ese tridente desaparecido.
Messi, fantástico pero estrellado ante la fatalidad, lo intentó de todas las maneras. En movimiento entrando desde la banda y a balón parado chocando contra la barrera, Leo quiso ejercer su condición de líder.
Acabó, después de cuatro partidos, con su sequía para anotar el gol 500 de su carrera, el que, a los 63 minutos, recortaba las distancias y devolvía la esperanza al campeón. Le faltó fortuna. Pero ahí estuvo, de principio a fin, en busca del objetivo de la remontada porque fue él quien generó casi todo el fútbol azulgrana.
A su lado, Suárez peleó con cualquiera y como siempre. Sin fortuna. Neymar, eléctrico a la vez que fundido, apenas dio que hablar, estrechamente marcado y duramente en ocasiones para apenas mostrar su ascendente futbolístico…
Luis Enrique pareció redoblar su apuesta por el liderazgo de la MSN y los tres cracks fueron los que pidieron de alguna manera el protagonismo, apoyados por Iniesta, con las ayudas de Rakitic y la colaboración de laterales convertidos en extremos o interiores para ir acorralando a un Valencia, obviamente, cada vez más retrasado.
A partir del gol de Messi el Barça tocó a arrebato para ir con todo hacia Diego Alves. Por un lado y por otro, con diagonales, pases largos, combinaciones o verticalidad, el campeón, desesperado a la vez que herido pero orgulloso, quiso lanzar un mensaje: la rendición no existe.
Cristian Santos marcó en Holanda
El NEC de Cristian Santos conquistó otra victoria tras vencer 2-1 al Cambuur, este domingo en la jornada 31 de la primera División de Holanda. Santos marcó su gol 16 en el temporada en el minuto 54 de partido tras venir de una sanción de 3 partidos. Roman puso la segunda diana del equipo al 69′ y Hoefdraad descontó al 76 por la visita.
El criollo jugó completo y ahora el NEC se encuentra en la casilla 7 con 46 puntos. El venezolano de esta forma mantiene su buen ritmo goleador, siendo pieza importante del cuadro holandés. Con esta gran temporada se afianzan sus intenciones de ir a otra Liga importante en Europa.