Muchos padecen las várices por cuestiones genéticas y hormonales, pero hay otros factores de riesgo que se pueden controlar con los hábitos de vida.
Entendiendo que muchos temen padecerlas, a continuación queremos compartir 6 buenas recomendaciones para prevenirlas de forma natural.
Las venas várices son el producto de las dificultades que tiene el flujo sanguíneo para regresar de las piernas hacia el corazón.
Esto provoca una inflamación que se eleva hasta la superficie de la piel, y pueden verse de color morado o azul oscuro, con una apariencia torcida y abultada.
Se desarrollan cuando las válvulas que regulan la circulación dejan de funcionar de forma adecuada, lo que deriva en una acumulación de sangre.
Hacer actividad física
La práctica constante de actividad física es uno de los mejores remedios naturales para prevenir cientos de enfermedades. Esta activa la circulación y estimula la eliminación de toxinas acumuladas en la sangre.
También tonifica los vasos sanguíneos y los mantiene elásticos para evitar la formación de trombos y várices.
Para obtener sus beneficios se le debe dedicar por lo menos 30 minutos al día, ya sea haciendo ejercicios como:Caminar,Nadar, Montar en bicicleta, Yoga, Estiramientos, Bailar. En caso de que ya padecer várices, lo más conveniente es evitar las actividades de alto impacto, ya que pueden emporar el problema.
Utilizar prendas apropiadas
Aunque casi todos lo ignoramos, las prendas de vestir demasiado ajustadas son un problema para la buena circulación.
Evitar el uso prolongado de tacones
Mantener un peso equilibrado
Tener un peso apropiado y estable es una de las mejores soluciones para disminuir las probabilidades de desarrollar este problema.
El exceso de peso provoca una sobrecarga en los tobillos, piernas y rodillas, lo que conduce a constantes dolores musculares y de las articulaciones.
Para bajar de peso de forma saludable, ten en cuenta lo siguiente:
Divide la cantidad de las comidas para ingerir 6 porciones diarias.
Evita el consumo de alimentos refinados, procesados y comidas rápidas.
Incrementa el consumo de frutas y vegetales.
Mantén un control de las calorías para no excederte.
Consume 3 tazas de té verde al día.
Realiza ejercicios 3 o 5 veces a la semana.
Incrementa el consumo de agua.
Cambiar de postura o hacer estiramientos
Mantenerse en la misma posición por tiempo prolongado hace que se incrementen la tensión en los músculos y los problemas circulatorios.
Si por cuestiones laborales debes permanecer mucho tiempo sentado o parado, haz pausas cada media hora para mover los pies, extender las piernas o hacer movimientos que relajen el cuerpo.
También se recomienda caminar unos minutos durante el descanso, o al menos pararse para hacer estiramientos.
Asimismo, es primordial evitar cruzar las piernas, ya que es una postura que no favorece la circulación ni el estado venoso.
Evitar el cigarrillo
El tabaquismo no solo genera un impacto peligroso en la salud respiratoria, sino que conduce a dificultades en la circulación y afecciones como las várices.