La cantante venezolana anunció a través de las redes sociales que su hija Hannah ya dio el primer paso para el cambio de sexo
La famosa cantante y actriz venezolana Karina anunció este jueves pasado a través de su cuenta en la red social Instagram, que su hija de 11 años, Hannah, inició la “transición formal y física” para cambiar de sexo. Opiniones encontradas ha traído el caso, pero la tolerancia, el respeto a la condición humana y apoyo ha sido la premisa que ha imperado en la opinión pública. ¡Como debe ser!
La artista, que en los años 80′ se hizo popular con temas como “Tacones altos”, “Sálvame” y “Sin Máscaras”, entre otros tantos, colgó esta imagen en Instagram, en la cual junto a su padre besa a su hija, manifestando su apoyo a la decisión de cambiar de sexo.
Quien esté libre de pecado….
Las opiniones a priori y los juicios de valor han sido pocos, en comparación al apoyo irrestricto que han recibido de innumerables figuras de la televisión y público en general.
¿Quiénes somos para juzgar? Esta decisión debe haber sido ampliamente discutida en el seno familiar y también debieron haberlo hecho médicamente, porque ni Karina, ni su esposo, van a dar a conocer una noticia de tal magnitud e importancia sin haberse asegurado y asesorado científicamente con personas que manejan este tipo de casos.
Existen miles de personas que nacen en el cuerpo equivocado y que no tienen ni el apoyo, ni el valor de asumir la situación y son seres infelices, muchos de ellos llegando a tomar decisiones desesperadas y equivocadas como el suicidio.
La demostración de amor, valentía y respeto a la condición humana tomada por los padres de ese niño, atrapado en el cuerpo de una niña, deben servir de ejemplo y no de señalamientos y opiniones a la ligera, porque nadie que no viva una condición como esa, puede conocer, ni saber lo que se siente y se sufre.
Ocultar una verdad y una realidad por el miedo al qué dirán, o por una “sociedad”, que muchas veces tiene doble moral, sí es condenable. Traer hijos al mundo tiene muchas aristas y responsabilidades, que deben ser asumidas bajo la premisa del respeto a la condición humana.
La felicidad y la tranquilidad de un hijo es primordial para que logre ser una persona de bien, exitosa y próspera. Coartar a una persona en su condición sexual, o en cualquier otra, es un pecado que se comete muchas veces, por vergüenza a afrontar algo que a la larga trae nefastas consecuencias.
Hay que ponerse en los zapatos del otro, para entender y comprender que juzgando, sin conocer los trasfondos de situaciones como esta, es un acto irresponsable, insensible e insensato, porque todos los seres humanos tenemos los mismos derechos y deberes y lo principal en esta vida es ser felices y dejar que los demás también lo sean.
Desde aquí aplaudo y apoyo la decisión de los padres de Hannah, de dejarlo ser y vivir como quiere y se siente, porque de otra manera hubiese sido un acto criminal, que atenta contra la condición de un ser humano, que no escogió vivir esto y que lo está asumiendo a pesar de su corta edad, con valentía, dignidad y como se titula uno de los tantos éxitos musicales de su madre, “Sin Máscaras”.
Aquí transcribimos textualmente el mensaje publicado por su madre, en el cual demuestra un amor incondicional, sin prejuicios y lleno del más profundo grito de respeto y libertad.
“Aquí estamos, adorada hija, brindándote el apoyo y la devoción de siempre. Amándote como nunca. Hoy dimos el primer paso hacia tu «transición» formal y física. Vas en vías de la transformación de ese cuerpito de «niña» que nunca entendiste, que no te define y que definitivamente tú no escogiste. Hoy comienza el resto de tus días como un «niño”…
Estaremos contigo en cada paso de este camino diferente que el destino te deparó. Le doy gracias a Dios por haberte enviado a este planeta a través de mi, gracias, pues además naciste en una época más tolerante con gente como tú, «transgénero».
Le doy gracias a Dios porque eres fuerte, brillante y sana. Y a ti agradezco haberme enseñado el verdadero concepto del amor infinito, del prejuicio, de la libertad. Te admiro, te respeto, te adoro mi Hannah.
Siempre pensé que ya había dejado suficiente huella en el mundo y ahora estoy segura que juntas también dejaremos marcas indelebles, mensajes de amor de compasión y de tolerancia importantes….Tenemos una misión, hijo mío”.
“Le doy gracias a Dios porque eres fuerte, brillante y sana. Y a ti agradezco haberme enseñado el verdadero concepto del amor infinito, del prejuicio, de la libertad…”
Karina