Es inaceptable que el fenómeno de El Niño, cuya aparición es predecible, nos haya agarrado con los pantalones en las rodillas
Noel Álvarez
@alvareznv
El colapso del sistema eléctrico nacional es la crónica de una muerte anunciada. La prepotencia de los gobernantes, los lineamientos ideológicos absurdos y el menosprecio a los conocimientos de los profesionales venezolanos, ha impedido fortalecer el sistema eléctrico venezolano para enfrentar con éxito la aparición de los distintos fenómenos naturales.
Es mentira que el culpable de la crisis eléctrica sea El Niño. El verdadero culpable de esta crisis es la indolencia, el desorden y la corrupción gubernamental. Es inaceptable que este fenómeno, cuya aparición es predecible, nos haya agarrado con los pantalones en las rodillas. Las previsiones del sistema eléctrico siempre han estado claras, hoy deberíamos estar generando unos 30 mil megavatios. En épocas de bonanza climática, la generación hidroeléctrica debería alcanzar un 60 % y la termoeléctrica el 40% restante. Las contingencias, como El Niño, deben ser atendidas incrementando la generación termoeléctrica y otras modalidades para suplir los déficits hidroeléctricos. Esta lógica fue violada por la revolución.
Examinemos algunos puntos relevantes precursores de la crisis. El 12 de abril de 2010, el Ejecutivo anuncia reactivación de Planta Centro, que debía generar 2000 megavatios y hoy no llega a 400. El 5 de marzo de 2012, el gobierno anunció la instalación de una planta de energía eólica en la Guajira, contratada a Argentina por un monto de 300 millones de dólares. El 5 de mayo de 2012, el gobierno prometió que el sistema eléctrico nacional generaría 30 mil megavatios en 2015, hoy ordena dragar el embalse del Guri, una medida tan risible como aquella cuando le colocaron patines al viaducto de la autopista Caracas-La Guaira. Muchas personas, incluyéndome, hemos señalado desde 2009 al gobierno la conveniencia de retornar al huso horario anterior para ahorrar unos 600 megavatios diarios. Hoy, después de 7 años, por fin se tomó la decisión. Tampoco hay que olvidar que el 25 de abril de 2013, el ministro Jesse Chacón declaró que si en 90 días no había arreglado el problema del sector eléctrico renunciaría. Ni renunció ni arregló.
¿Por qué Argentina, Brasil, Chile, Colombia, El Salvador y Honduras, entre otros países, están preparados para enfrentar El Niño sin llegar al racionamiento o cortes eléctricos? La respuesta es contundente: ellos no tienen la calamidad de gobierno que tenemos en Venezuela. Concluyo expresando mi más enérgico rechazo al atropello que está cometiendo el gobierno en contra de la provincia venezolana, configurando así, una ciudadanía de primera y otra de segunda.