Con la vista al mar que inspiró su poesía en el balneario de Isla Negra, el premio Nobel chileno Pablo Neruda volvió a ser enterrado este martes, por cuarta vez, después de que sus restos fueran exhumados para investigar si fue asesinado por la dictadura de Augusto Pinochet.
Cubierto por una bandera chilena y escoltado por una veintena de familiares y miembros de la fundación que administra su obra, los restos de Neruda volvieron a ser depositados en la tumba ubicada en el patio de la majestuosa casa con forma de barco en la que pasó sus últimos días, y donde también descansa su última esposa, la soprano Matilde Urrutia, constató un periodista de la AFP.