El principal conspirador contra este gobierno que hoy representa solo a una minoría y que no es socialista, ni chavista, sino, un gobierno kakistócrata, es el mismo Maduro
Todos parecieran conspiran contra Maduro, y él pareciera saberlo, aunque es posible que piense que los controla a todos. Lo que sí es cierto es que quienes pudieron ser sus aliados más nobles y leales fueron pateados por él desde el inicio de su gestión, la izquierda fue excluida, y los que no aprendieron otra cosa que no fuera parásitas del poder, se quedaron a pesar de sus deseos e incluso de sus propios análisis, porque nunca aprendieron a hacer algo distinto.
Lo más dramático es que el que podría ser el principal conspirador contra este gobierno que hoy representa sólo a una minoría y que no es socialista, ni chavista, sino, un gobierno kakistócrata, es el mismo Maduro.
Siempre lo he dicho, él es un buen político, porque ha sabido sobrevivir hasta hoy, después de lograr ser presidente sin ningún esfuerzo de legitimidad y organización propio, pero ha sido, sin duda uno de los peores estadistas que hemos tenido, y eso no lo perdona el pueblo, por más nobleza y lealtad que sea exigida en nombre de Chávez.
La conspiración de Maduro empezó cuando se rodeó de «sumas que no suman», anti chavistas conversos, que lo único que deseaban era parasitar de la renta petrolera; el segundo hito de su conspiración fue cuando minimizó la estrecha brecha electoral de su victoria, mientras se compraban los medios de comunicación que eran los verdaderos enemigos políticos de Chávez; el tercer hito fue la exclusión y persecución de dirigentes políticos, organizaciones y cuadros políticos de izquierda, solo por hacer algunas críticas; el cuarto hito fue el engaño a la gente con un «Dakazo» que solo quedó en eso, en un efecto electoral que claramente ponía en evidencia que aún el venezolano preservaba esperanzas de una salida hacia la izquierda, que terminó siendo un gran fraude.
Un quinto hito de la conspiración de Maduro fue poner preso a Leopoldo López, no porque sus acciones y responsabilidades no lo ameritaban, sino porque políticamente era una inmensa torpeza que hoy genera una víctima política que por solidaridad es el primero en las encuestas para una aspiración presidencial.
El sexto hito es el show del diálogo con la oposición y las negociaciones con los sectores económicos por debajo de la mesa, excluyendo a los sectores políticos representativos de la izquierda venezolana.
El séptimo hito fueron los anuncios que no anunciaban nada, en un permanente engaño a la última esperanza que conservaba la gente de que un Golpe de Timón, prometido por Chávez antes de morir, se hiciera realidad.
El octavo hito fue la negación a opciones alternativas a poder tener tarjeta electoral para las elecciones del 2016, entregando los votos del descontento a la oposición.
El noveno hito fue la designación de un empresario como vicepresidente económico, en el marco de un discurso socialista, chavista y «obrerista», consagrando en el camino la depauperación salarial más brutal que ha existido.
El décimo hito ha sido la sorprendente desconexión con los problemas de la gente, culpabilizando al pueblo de los problemas de planificación del Estado en cuando a importaciones, produciendo una crisis humanitaria en medicamentos y en parte en el acceso a los alimentos, sin precedente en la historia republicana de nuestro país.
El décimo primer hito es la cayapa de los poderes controlados por el ejecutivo contra el legislativo, sin modo, sin forma, sin legitimidad, aunque en algunos casos pueda tener la razón.
El décimo segundo hito es la negación democrática a la salida de la crisis política y económica.
Y el décimo tercer hito de la conspiración de Maduro contra el legado de Chávez, contra la revolución y contra el socialismo, es el pacto del «polvo cósmico y la arena de playa» junto a su nueva etapa, el pacto del «borrón y cuenta nueva» que está en marcha, entre sectores del entorno de Maduro con Ramos Allup, para salir del mismo Maduro «como sea», ejecutándose frente a la nariz del propio Maduro.
La conspiración está en marcha, y es contra el pueblo venezolano, y debemos detenerla con más y mejor democracia, con verdadero socialismo y sin kakistocracia de las cúpulas de oposición y gobierno.
Si todos estos hitos fueron producidos por el entorno de Maduro sin su pleno consentimiento y aún sigue con ellos, termina siendo cómplice de la traición a Chávez y al pueblo. Si él es responsable de todos los hitos enumerados, es cuando menos un suicida, pero si todos conspiran contra él, y no lo sabe, entonces es…
Nicmer Evans
aporrea.org