La revolución ya es pasado

“Una de las razones que tuve para dejar el comunismo es que amo el periodismo y la libertad de expresión...”
“Una de las razones que tuve para dejar el comunismo es que amo el periodismo y la libertad de expresión…”

El comunismo es una cosa fracasada y derrotada; lo que hay ahora son unos dinosaurios que no tienen razón alguna con su ideología, porque después que se hundió la URSS, que tumbaron el Muro de Berlín y se hundieron las famosas repúblicas democráticas populares, no hay esperanza para esa ideología

Los periodistas serán siempre fieles a su oficio, aunque se retiren o se jubilen, porque es el mejor oficio del mundo, como lo dijo Gabriel García Márquez. Algunos ya no tendrán empresas periodísticas que compren sus servicios, pero algunos serán, si quieren, editores-dueños-colaboradores de páginas web e incluso se abrirán así a un mercado internacional. En síntesis, el periodista puede ser un profesional independiente y solo tendrá que deberle fidelidad a sus principios.

Afirmamos esto tras entrevistar a la periodista Gloria Cuenca (Caracas, 1940), quien fue durante muchos años militante comunista, junto con su esposo   Adolfo Herrera, y luego fue maoísta, pero abandonó esas posiciones ideológicas porque amaba, y sigue amando, al periodismo.

En las alturas del poder

–¿Cómo fue la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez?
–Cuando Pérez Jiménez subió al poder yo tenía ocho años, pero recuerdo muchas cosas de los años 40, porque tengo una memoria de elefante, precisamente los animales que tienen la memoria más prodigiosa. Recuerdo aspectos del golpe de Estado del 18 de octubre de 1945 y después el cuartelazo del 24 de noviembre de 1948 y el famoso ascenso al poder de Pérez Jiménez y los diez años de su régimen, pues en la casa de mi padre, Humberto Cuenca, esos eran temas cotidianos.

Gloria puntualiza que al actual gobierno venezolano se le califica como una dictadura, “pero eso no es verdad, sí es una seudodemocracia, donde hay espacios de libertad que no existían cuando Pérez Jiménez, quien, como no era comunista, nunca se le ocurrió acabar con el periodismo independiente y libre. Lo que sí había era una censura feroz, jefaturada por Vitelio Reyes. Quien no estaba involucrado en la política, vivía tranquilamente o bien.  No se acabó con los medios, y las emisoras radiales. Y esto es lo novedoso del actual régimen chavista y por eso es tan terrible la actual situación de sobrevivencia en los medios de comunicación, porque o haces propaganda o te obligan a cambiar de profesión”.

Puntualiza que con el régimen de Pérez Jiménez había dos problemas serios: él odiaba la libertad de expresión y rechazaba la autonomía universitaria. “Pero ese hombre sí amaba a Venezuela. Y eso se demuestra en sus ejecutorias administrativas. Cuando esta gente chavista se vaya del poder, que es más pronto que nunca, no podrán recurrir a nadie para decir que esta es una obra del chavismo o del llamado socialismo del siglo XXI. No solamente no han hecho nada, sino que han acabado con lo que había. Han intentado acabar con el país. Porque Chávez y Maduro no amaban o no aman a Venezuela, nunca sintieron esa sensación de ser patriotas”.

Dedicada siempre

–¿Que está haciendo Gloria Cuenca?
–Estoy dedicada de lleno a la escritura para los periódicos Últimas Noticias, de Caracas, y El Regional, del Zulia, son sendas tareas semanales. Y estoy escribiendo mucho, porque tengo bastantes materiales para llenar varios libros. Mi más reciente publicación, de la cual llevo dos ediciones, es De regreso de la revolución, impreso el año pasado, un texto de 150 páginas. Un libro que me costó mucho trabajo escribirlo, porque yo fui comunista durante 20 años de mi vida. Los primeros siete  años era militante del Partido Comunista  de Venezuela y los otros 13 era maoísta.  Y me demoré en entregar mi texto a la imprenta, porque cuando se está con los comunistas y uno se marcha, te dicen traidor, vendido, negociador de los principios  y toda una cantidad de mentiras que no tiene nada de verdad, porque los marxistas no tienen  principios ni tampoco ética; tendrán ética el día que triunfe la revolución en el mundo comunista, pero antes no hay ética, la ética de la revolución es robar en función de su revolución.

–¿Pero que pasó, como dio ese paso de publicarlo?
–Entonces yo agarré mis originales, y después de mucho meditarlo, pensé que no podía seguir con esta ambivalencia, y hablé con mi padre, que fue  uno de los fundadores del MIR, y una frase de todo lo que  me dijo, me salvó. Él me dijo: Lo único que espero es que seas una mujer de tu tiempo. Y eso soy yo: una mujer de mi tiempo y de mi época. Fue así que publiqué mi libro. Hice una edición y después otra. Lo hice pensando en determinadas personas que yo sé que dudan del comunismo y aún dudan si deben continuar en ese proceso que llaman revolucionario.

–¿Para usted el comunismo quedó atrás?
–Sí, es una cosa fracasada y derrotada y lo que hay ahora son unos dinosaurios que no tienen razón alguna con su ideología, porque después que se hundió la URSS, que tumbaron el Muro de Berlín y se hundieron las famosas repúblicas democráticas populares, no hay esperanza para el comunismo, fracasaron en todo el mundo. Hay que ver todo lo que ha ocurrido en Cuba.

–¿Aquí no hay una revolución comunista-chavista?
–No, nada de eso, lo que sí hay es un desastre, lo que hay es una revolución de la corrupción.

–¿Pero que le pasó con el maoísmo?
–Otra decepción. Mi esposo, Adolfo Herrera, era corresponsal de Xinhua, la agencia de noticias de la República Popular China, y nos invitaron en dos ocasiones a conocer ese enorme país, una vez antes de la muerte de Mao Tse Tung y otra cuando comenzaron sus cambios. Eso nos permitió conocer más a fondo todo aquello. Dimos una conferencia para explicarle a nuestros anfitriones lo que era el periodismo en  Venezuela. Y nos decepcionamos, porque para los chinos el periodismo es solo propaganda o loas al régimen. Nos decepcionamos porque no conocían ni aceptaban la libertad de expresión, por que no toleran la disidencia. Eso y otras cosas más que vimos, sirvieron para nuestro abandono de esa ideología, donde el que disiente  es un enemigo. Y yo reitero ahora que una de las razones que tuve para dejar el comunismo es que amo el periodismo y la libertad de expresión. El periodista en Venezuela es un combatiente por la libertad de expresión y un agudo crítico.

Cinco libros
Gloria Cuenca, en su libro “De regreso de la revolución”, da a sus lectores una visión diferente y esperanzadora de la Venezuela actual. Conquistó el Premio Nacional de Periodismo en 1990 y tiene mas de 40 años como docente de Ética y Legislación para la Escuela Comunicación Social en la Universidad de Venezuela, de donde egresó como Periodista (1965) y Comunicóloga (1986). Cuenta con 5 títulos en su haber: “Ética para Periodistas” (1995), “La Enseñanza del Periodismo y la Comunicación en Venezuela” (1998), “Ética, Comunicación y Planificación Democrática”, “La Democratización del Poder Cotidiano” y, el más reciente, “De regreso de la revolución”, publicado por la Editorial 05AH19 (2015).

“Yo fui comunista durante 20 años de mi vida; los primeros siete  años como militante del Partido Comunista  de Venezuela y los otros 13 me convertí en maoísta…”

E.A. Moreno -Uribe

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