El papa Francisco denunció el domingo el empeoramiento de la violencia en medio de una situación humanitaria ya «desesperada» en Siria, en particular en la norteña ciudad de Alepo.
Durante sus tradicionales comentarios dominicales a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, Francisco se refirió a los ataques de la semana pasada contra un hospital de Alepo. Lamentó que una «espiral de violencia» esté «cosechando víctimas inocentes, incluso entre los niños, los enfermos y los que con gran sacrificio se han comprometido a ayudar a sus vecinos».
Se informó que varios trabajadores de salud estuvieron entre las víctimas de ese ataque.
AP