El oficial de la Armada Terry Alonso Montes De Oca Rodríguez, de 33 años, era hijo del comisario jubilado del Cicpc, Luís Montes De Oca, vivía en Guatire y se encontraba visitando a su madre en el barrio San José, del municipio Sucre
Para despojarlo de sus pertenencias fue asesinado el teniente de fragata Terry Alonso Montes De Oca Rodríguez, de 33 años, cuando circulaba la noche del martes por el sector La Barranca, barrio La Bombilla, Petare.
El oficial era hijo del comisario jubilado del Cicpc, Luís Montes De Oca, vivía en Guatire y se encontraba visitando a su madre en el barrio San José, del municipio Sucre.
El martes a las 8 de la noche llegó a la vivienda de su progenitora, más tarde salió con su moto Suzuki DR 650 color blanco, para dar una vuelta y guardarla en un estacionamiento y cuando circulaba por La Bombilla lo interceptaron.
Le dispararon en el rostro, le quitaron la moto, la pistola, la cadena y el reloj. Una vecina que lo reconoció le avisó a su familia y fue llevado al hospital Domingo Luciani.
Montes De Oca había vivido en la zona y quizás por eso andaba confiado. Estaba destacado en La Guaira, estado Vargas y estaba de reposo porque sufrió un accidente en moto hace seis meses.
Con Montes De Oca suman 50 los funcionarios policiales y militares asesinados en La Gran Caracas en lo que va de año.
Traslado de “El Picure”
bloqueó a la morgue
Los accesos a la morgue de Bello Monte permanecían bloqueados desde la tarde del martes hasta este miércoles, una vez que fuera ingresado el cadáver de José Antonio Tovar Colina, alias “El Picure”, abatido por una comisión de la Guardia Nacional Bolivariana, en El Sombrero, estado Guárico.
Efectivos castrenses se apostaron en la calle Neverí, de Colinas de Bello Monte, impidiendo el paso de vehículos, otros se desplegaron en la puerta principal de la medicatura y en la salida posterior.
Los periodistas tuvieron que ingresar a pie para poder entrevistar a los familiares de difuntos y hubo retraso en los traslados de cadáveres.
Testigos del hecho dijeron que los militares irrumpieron encapuchados y con armas largas, custodiando el cuerpo del presunto delincuente que operaba en Guárico y Aragua. Chequearon a todo aquel que estuviera en los alrededores de la morgue y les ordenaron retirarse a quienes no tuvieran algún familiar fallecido.