Los usuarios de Guatire se ven obligados a caminar más de doscientos metros (algunos hasta medio kilómetro) para alcanzar las rutas hacia sus respectivos destinos, porque los “rojos rojitos” solo tienen parada en el Terminal Antonio José de Sucre
Cuando el Sistema Integral de Transporte Superficial S.A. (Sitssa) anunció un aumento en sus tarifas, inmediatamente surgieron diversas interrogantes entre los usuarios, debido a que el servicio tiene muchas carencias y los nuevos pasajes dejarían de ser socialistas (al decir de numerosas cuentas en la red social Twitter).
Como es del conocimiento público, las nuevas tarifas del Sitssa fueron anunciadas en su página web para ser implementadas primero en abril, pero luego fueron pospuestas para el primero de mayo, llevando el pasaje de 25 a 85 bolívares. Lo cierto es que, sin explicación alguna, las tarifas no han sido aumentadas. Publicadas, pero no aplicadas.
En una primera instancia, el anuncio del aumento provocó que numerosos usuarios intentaran comprar lotes grandes de tickets para seguir pagando la tarifa actual por varias semanas, pero la compañía restringió la venta a solo dos boletos por persona. Esta restricción fue momentánea; a los días se permitió a la gente comprar la cantidad de tickets que deseara.
Lo sorpresivo del aumento en las tarifas Sitssa no fue solo que estuviera en el orden del 240 % (cuando al transporte público se le permitió un aumento de solo 150 % y fraccionado en tres partes), sino que se equiparara con la tarifa de menor costo en las rutas interurbanas (el recorrido de la ruta Petare-Guarenas cuesta Bs.85, aunque algunos conductores cobran 100, violando todos los acuerdos alcanzados con el Ministerio del Poder Popular para Transporte y Obras Públicas).
El incremento de 240 % por supuesto que generó ruido tanto en las colas de las diferentes paradas del sistema como en las redes sociales, donde se catalogaba el incremento como “poco socialista”.
Servicio deficiente
Pero quizás el mayor ruido que produjo el anuncio del incremento se produjo por el servicio a todas luces deficiente prestado por funcionarios y conductores.
Cuando el Sitssa entró en servicio, el Gobierno anunció un sistema eficiente, con autobuses que saldrían de las paradas cada 15 minutos, lo cual no se cumple jamás.
Pero no es solo que los autobuses no tienen la regularidad anunciada -y requerida la mayor parte de las veces- sino que en las colas nadie respeta el orden de llegada (se forman grupos que esperan rezagados, o una persona llega, se posiciona, y espera a cinco más, por ejemplo); los funcionarios no discuten ni dialogan con la gente, sino que regañan y gritan; y el tiempo de espera pasa de una hora y a veces hasta de dos horas.
Un aparte de esta situación lo constituyen las paradas en los diferentes destinos, sobre todo en las ciudades dormitorios y las llegadas nocturnas a esas zonas. Mientras en Guarenas y La Rosa el autobús de Sitssa tiene múltiples paradas y acerca a los usuarios a sus destinos, en Guatire existe solo una parada, en el terminal Antonio José de Sucre, y muchas personas tienen que caminar entre 200 y 500 metros o más para buscar otro transporte que los lleve a sus casas. Y a los conductores no les importa dejar a esos pasajeros ahí después de las 8, 9 o 10 de la noche, no importa la inseguridad; descargan en el terminal y se marchan, sin problemas, muchas veces en la dirección que van corriendo los usuarios buscando otro transporte.
Noche de trote
Desde el terminal de pasajeros de Guatire, cualquier parada está a no menos de 200 metros. Si bien unos pocos se benefician porque van al barrio El Milagro (queda detrás del terminal) o a la Urbanización Castillejo (pero solo a los complejos residenciales que quedan cerca), la mayoría tiene que buscar un taxi o resignarse a hacer su ejercicio diario de caminata o maratón para buscar otra parada. Quienes buscan la ruta de La Vuelta o van hacia El Ingenio, Las Casitas, Las Rosas, Villa Heroica, Valle Arriba y El Marqués deben caminar unos 200 metros, pero quienes residen en El Rodeo o Araira tienen que andar (o correr, si llegan muy tarde) entre 300 y 500 metros.
¿Otra ruta?
Si Sitssa, por ejemplo, construyera una parada en la Urbanización El Marqués, sus autobuses pudieran ingresar a Guatire por la zona del Híper Mercado Central Madeirense y luego distribuir a los pasajeros en la avenida Villa Heroica (pudiera ser en la bomba Texaco, cercana a todas las paradas de la Avenida Bermúdez), en los centros comerciales Castillejo y Guatire Plaza y en el terminal de pasajeros, con lo cual haría menos embarazosa la triste caminata nocturna que hacen cientos de usuarios del sistema todos los días.
Antes de llegar al terminal del Sittsa en Guarenas, el bus hace paradas en La Vaquera, Valle Verde, El Torreón (frente a la Urbanización 27 de Febrero), en la esquina que da hacia el Hospital de los Seguros Sociales Luis Salazar Domínguez y en El Samán; mientras que en Las Rosas el bus le da la vuelta a toda la urbanización antes de ingresar al terminal.
Esta situación que sufren los habitantes de la ciudad de Guatire no ha sido tratada por el gobierno de la alcaldesa Thaís Oquendo con la empresa Sitssa, ni por comités de usuarios ni consejos comunales, por lo cual parece difícil una medida unilateral en este sentido por parte de la directiva de esa organización pública.
Protesta nocturna
Cabe destacar que, a propósito del deficiente servicio que presta la empresa Sitssa, la noche del pasado jueves se produjo una protesta de usuarios en la parada de la avenida Francisco de Miranda, a la altura de la estación Miranda del Metro de Caracas.
La manifestación se registró a eso de las 8 de la noche, cuando los usuarios de la zona de Barlovento se molestaron y cerraron la importante arteria vial por tener varias horas esperando transporte.
Si bien los funcionarios del Sitssa solucionaron relativamente rápido la situación, lo hicieron a costa de los usuarios de la ciudad de Guatire, porque enviaron unidades de esta zona para solucionarle el problema a los barloventeños. Evidentemente, el tiempo de espera de los zamoranos aumentó esa noche, al punto que algunos usuarios reclamaron por estar haciendo cola por más de dos horas.
Edward Sarmiento
@edward42r
Foto Giovanni Martínez