Ya yo estoy en la lista de a quienes el hampa les mató un familiar o amigo y a un pariente le han robado una o más veces su vehículo
Cuando leo en las primeras planas de la prensa la amenaza del gobierno de revisar las firmas de solicitud del referendo revocatorio y luego leo en las últimas páginas que la subregión de los Valles del Tuy (estado Miranda) culminó el mes de abril con 99 muertes violentas, es decir 3 diarias, y que mayo arrancó con 7 homicidios en 2 días, me pregunto: ¿en cuál lista me ha incluido este gobierno, sin yo querer ni desear? Y ustedes me dirán en cuál están ustedes.
Yo estoy en la lista de a quienes el hampa les mató un familiar o amigo y a un pariente le ha robado una o más veces su vehículo; estoy en la lista de aquellos a quienes han intentado extorsionar y en aquella de los productores agropecuarios a quienes roban casi semanalmente.
También figuro en la lista de quienes cuando cae la tarde tienen que encerrarse con candado en su casa; en la lista de los que han tenido que dejar a sus hijos en casa ajena, como única alternativa para que vayan a una fiesta por el peligro de buscarlos de madrugada, y estoy en la lista de aquellos que han llevado a un allegado a un hospital público, pero han debido trasladarlo a una clínica, porque no hay cómo atenderlo y su vida corre peligro.
Además, estoy en la lista de habitantes del único país del mundo donde el fenómeno de “El Niño” obliga al racionamiento diario de luz (busco las noticias internacionales y no reseñan otro); estoy en la lista de las familias que cuando llueve se les va la luz en sus casas por fallas eléctricas y se les quema un artefacto electrodoméstico; estoy en la lista de venezolanos cuyo país es productor de energía y no la puede proveer (también he hecho cola para conseguir gas o gasolina).
Estoy en la lista de venezolanos que pierden dos días a la semana en largas colas para poder conseguir algo de comer y si tengo suerte, algún producto de aseo personal; estoy en la lista de los que no consiguen baterías ni cauchos para vehículos y en la lista de los que han tenido que comprar en 10 veces su valor un producto regulado, o hacer trueque de artículos que antes simplemente se regalaban o prestaban.
Asimismo formo parte de la lista de los que no entienden cómo la Harina Pan de Polar está regulada en Bs.20 y la harina socialista, con su mezcla enriquecida, cuesta Bs.200; estoy en la lista de quienes se sorprenden al ver el precio de un pantalón o una camisa; de los que hacen cola para comprar 2 panes; de los que revisan con la mirada las bolsas de la gente para saber que hay en determinado supermercado o preguntarle: ¿dónde lo compró? Y estoy en la lista de los que aún preguntan: ¿eso lo venden por terminal de cédula?
Estoy en la lista de los que no quieren aumento de sueldo, solo quiero que lo que gano me alcance para tener lo que me merezco, por vivir, crecer y querer este país. Estoy en la lista de los que tienen familiares y amigos que se han ido en busca de mejor vida, a pesar de tener el mejor país del mundo. Estoy en la lista de los que a pesar de todo esto, pide a sus familiares y amigos que se queden, que tendremos y merecemos un mejor gobierno.
Después de observar en todas estas listas donde este gobierno incapaz y corrupto me ha incluido obligado y escuchar decir a un par de bandidos, eunucos mentales, que revisará si quienes firmamos la solicitud del referendo lo hicimos voluntariamente, no puedo sino concluir que nadie tiene temor de estar en esta última lista, porque simplemente la ciudadanía pide a gritos un cambio ya.
Michel Ferrandina Medina