El metarrelato político de la derecha está caracterizado por el ocultamiento de sus verdaderas intenciones (sembrar el caos y la destrucción), por la falsedad, la intriga y la mentira
Qué terrible debe ser para la fauna opositora tener que soportar la mamarrachada de liderazgo que pretende dirigirla. Más allá del griterío de la derecha histérica, enferma hasta el paroxismo por derrocar al gobierno revolucionario, no hay mensaje, proyecto de país o plan de gobierno que estos disociados se atrevan a hacer público en momentos de tantas dificultades y amenazas.
Sus acciones se basan en la conspiración y el ataque contra todos los poderes. La Asamblea Nacional parece el centro nacional de boxeo de sombra, es decir, muchos gritos y verbo rabioso, pero nada en concreto, nada de soluciones. En cinco meses no han hecho más que gastar tinta redactando leyes golpistas contrarias a la Constitución. Todos sus pujos y pataletas se caracterizan por la confrontación y el salto al vacío. Esta es una derecha maldiciente, negativa y tóxica.
El metarrelato político de la derecha está caracterizado por el ocultamiento de sus verdaderas intenciones (sembrar el caos y la destrucción), por la falsedad, la intriga y la mentira. Hicieron campaña para la Asamblea Nacional prometiendo acabar con las colas, pero nada han propuesto ni puesto en escena para mejorar el aparato productivo. Jamás propondrían que la burguesía parasitaría repatrie los dólares que se robaron, que inviertan esos dólares en maquinarias e insumos o que empiecen a producir a precio justo y sin usura. Pero que va, la derecha hace capital político en base al sufrimiento y angustia del pueblo, creen que maquinando y complotando asaltarán más rápidamente el Poder Ejecutivo.
El pueblo consciente los ha repelido. El deseo carnal de la derecha de que colapse el país, de que bajen de los cerros, que haya saqueos, turbas y tumultos, no ha cuajado. Frustrados están los que apuestan a la salida violenta, a la descarga de arrechera, que no es otra cosa que el pueblo enfrentado contra el pueblo, una guerra civil. Va de retro Satanás. Esta derecha fascista se pudre en su propio odio y las miserias acumuladas.
Todo el país ha sido testigo de los complejos procesos de descomposición y distorsión presentes en toda nuestra estructura productiva. De los vicios impuestos por los promotores de la Guerra Económica, que han logrado desviar no solo alimentos y medicamentos, sino que trafican con cuanto producto cae en sus manos. Son unos mercenarios.
Ya en nuestra psiquis y en nuestra cotidianidad tenemos grabado una nueva jerga que abunda en epítetos de carácter negativo y que caracterizan muy bien los modos de acción política de la derecha y su burguesía parasitaría: son unos traficantes de miseria, bachaqueros, especuladores, contrabandistas, raspacupos, apátridas. De cada término se pueden hacer varias tesis doctorales y filmar varias películas de horror.
El gobierno bolivariano, reconociendo sus errores y potenciando sus capacidades logísticas y organizativas, ha apuntado a la acertada estrategia del impulso productivo nacional (14 motores); y ha creado junto al pueblo los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap). Este es un mecanismo de distribución directa de alimentos desde las redes públicas hasta las familias organizadas, combatiendo las cadenas de especulación y de usura que aporrean los bolsillos de los más humildes.
También debemos seguir atentos al entorno adverso que nos rodea: la circunstancia mundial de los bajos precios del petróleo y el fenómeno climático de El Niño, que nos amenaza con su severa sequía. Estas amenazas se mantendrán en el mediano plazo.
Este pueblo está curtido en mil batallas. Ya ha enfrentado golpes de Estado, paros petroleros, huelgas patronales, guarimbas y muy significativamente la desaparición física de nuestro líder. En todas estas batallas siempre hemos salido airosos y seguiremos hacia adelante defendiendo el legado del Comandante Chávez de solidaridad, igualdad, equidad y justicia social manteniendo nuestra soberanía y la independencia nacional.
En las fábricas, campos, escuelas y comunas lo que predomina es la gente de trabajo, gente de paz y de bien que resistirá todos los ataques de la derecha fascista y defenderá por siempre su Revolución Bolivariana.
¡Este pueblo heroico nuevamente vencerá!
Richard Canán
aporrea.org