Combatientes de Al Qaeda y otros milicianos extremistas suníes tomaron el jueves una aldea predominantemente alauí en el centro de Siria, desatando temores de violencia sectaria en momentos en que activistas reportaron la desaparición de familias completas.
El primer ministro sirio, Wael al-Halqi, dijo que los «terroristas» estaban asesinando a los residentes y la prensa estatal siria informó que los extremistas habían saqueado casas en la aldea de Zaara, que previamente estaba en poder del gobierno.
Los choques entre islamistas y fuerzas progubernamentales continuaban por la tarde y aviones del gobierno sirio y su aliado Rusia atacaban posiciones de las milicias, informó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña.