A sus 74 años, José Serra ha ostentado casi todos los cargos del poder brasileño, excepto uno: el de presidente.
Fue derrotado en 2002 por un Lula imparable y en 2010 por su sucesora Dilma Rousseff, cuya suspensión le ha vuelto a abrir ahora las puertas del Ejecutivo.
El exgobernador de Sao Paulo era nombrado este jueves por el presidente interino Michel Temer ministro de Relaciones Exteriores, una cartera clave en momentos en que el mundo mira a Brasil y la mandataria suspendida denuncia ante la comunidad internacional ser víctima de un «golpe».
La Organización de Estados Americanos ya anunció que consultará sobre la legalidad de su pedido de impeachment a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
AFP