La presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, declaró este viernes que va a luchar para regresar al cargo y para crear una nueva mayoría parlamentaria. Rousseff, además, dijo que Brasil necesita una reforma política.
Durante una entrevista transmitida por Telesur, la mandataria señaló que el Gobierno de Michel Temer es ilegítimo y el problema ahora será que una administración en estas condiciones para mantenerse recurre a mecanismos ilegítimos.
Para Rousseff, el tema de una profunda reforma política tendrá que formar parte de un programa de Gobierno.
La presidenta suspendida alegó que contra ella se ha cometido una injusticia y se le acusa de algo que nunca fue calificado como delito contra el presidente Fernando Henrique Cardoso o Luiz Inácio Lula da Silva.
Rousseff cree que lo que ocurre en Brasil hará que se revise en otros países el uso de mecanismos en las democracias como el «impeachment» para la vida política.
El abogado de Rousseff, José Eduardo Cardozo, informó que la defensa de la mandataria separada de su cargo trabaja estrictamente en Brasil y se enfoca en el tema de las instituciones del país, porque confía y cree en la justicia de su país.