El pueblo tiene hambre, no consigue los alimentos de la cesta básica y el costo de los productos alimenticios de vivienda y de servicio se ha elevado a más de un 700 %
Los sectores democráticos venezolanos han comenzado el trabajo de buscar la salida constitucional y democrática del que hoy ejerce las funciones de presidente de Venezuela. No se trata de un hecho de retaliación y mucho menos un acto de inconsciencia, ya que lo que se busca es reorganizar nuestro país y transformarlo de una nación con hambre y miseria a su antiguo estatus de ser una patria digna, libre, democrática y soberana, un hecho que comenzó a perderse con la llegada del difunto “comandante eterno” y que hoy se ha hecho insoportable. En realidad, ya no queremos que siga rigiendo el país un gobierno que ha sido incapaz de solucionar los problemas de ninguna índole.
Lo dicho anteriormente se ve claramente reflejado en la dejadez que el actual régimen mantiene en temas como servicios, alimentación, educación, salud y seguridad etc., y con lo cual somete a los ciudadanos que hacemos vida en Venezuela. Algunas de esas cosas necesarias para alcanzar a tener un nivel de vida digna y justa existían en el ejercicio de los gobiernos democráticos que gobernaron desde el año de 1.958 hasta el año 1.999, algo que han querido desconocer los mediocres que se han apoderado del poder desde el 1.999.
El pueblo tiene hambre, no consigue los alimentos de la cesta básica, el costo de los productos alimenticios de vivienda y de servicio se ha elevado a más de un 700 % en sus rublos de alimentación, vestidos, calzados, diversiones, vacaciones, repuestos de toda índole, no hay seguridad y la vida no tiene ningún valor y no hay autoridad capaz de detener la delincuencia que nos azota diariamente, principalmente en los barrios y zonas marginales. Las autopistas, calles y caminos de todo el país se encuentran destrozadas y no se ve la voluntad de corregir tal irregularidad, los hospitales y centros de emergencias de salud están en el suelo, no se consigue ni una curita para atender un herido y para colmo no hay medicamentos a nivel nacional y los pacientes se mueren a las puertas de los hospitales por no conseguir esas medicinas.
Y no conforme con lo que acabamos de señalar también citaremos el bajo nivel de la educación en Venezuela. La gran mayoría de nuestros estudiantes no salen con la capacidad necesaria para enfrentar el reto de ser un profesional, la represión es fuerte contra los que manifiestan en uso de sus derechos constitucionales, son agredidos, vejados y hechos presos por los cuerpos represivos del Estado que cumplen órdenes de la presidencia de la república, ya que los poderes del Estado venezolano no gozan de independencia para ejercer sus funciones.
Hay que lograr que Venezuela pueda salir de este marasmo en el cual vivimos. El pueblo eligió a una Asamblea Nacional y no respetan sus decisiones y es vilmente atropellada por una sala del Tribunal Supremo de Justicia nombrada a dedo, con una no muy clara transparencia y sin el voto mayoritario de nuestro pueblo.
Ahora bien, por todas las cosas mencionadas y las miles que no pudimos mencionar es que los venezolanos conscientes y democráticos buscamos la forma más expedita que nos ofrece nuestra Constitución Bolivariana de Venezuela, para execrar del poder a los que la rigen hoy.
Por lo antes expuesto es que impugnamos a las actuales autoridades gubernamentales y pedimos la renuncia de Nicolás Maduro Moros o sencillamente lo sacaremos con el referendo revocatorio y Venezuela volverá a ser libre, democrática y soberana.
“Las autopistas, calles y caminos de todo el país se encuentran destrozadas y no se ve la voluntad de corregir tal irregularidad, los hospitales y centros de emergencias de salud están en el suelo…”
Salomón Benshimol R.
sbenshimol@yahoo.com