Juan Carlos Acosta (23), empleado de una tienda de zapatos, fue herido en el mercado de La Hoyada por un antisocial que quería robarlo
En el asiento trasero de un taxi, aparcado frente al cuartel central de los Bomberos del Distrito Capital, quedó el cadáver de Juan Carlos Acosta (23), empleado de una venta de zapatos después de haber sido tiroteado en el mercado de La Hoyada.
El hombre estaba trabajando, al percatarse de que un pistolero iba hacia él abordó un mototaxi para intentar escapar, pero lo alcanzaron los tiros. Sus amigos trataron de auxiliarlo, sacándolo hasta la avenida Fuerzas Armadas, obligaron a detenerse al señor Próspero Castellanos, conductor de una camionetica tipo ranchera, Ford Zephir, color marrón, que iba bajando con una pareja que lo contrató para que los llevara al hospital Pérez Carreño.
Obligaron a salir a los pasajeros, el señor Castellanos les decía que el hombre estaba muerto, y ya no tenía caso trasladarlo, pero amenazaron con quemarle el carro si no lo bajaba hasta los bomberos para que lo auxiliaran, y tuvo que montarlo. Un amigo del herido iba de copiloto.
Castellanos rodó aproximadamente 100 metros, se detuvo frente al comando bomberil, y entró a veloz carrera para avisar. Los bomberos se dirigieron al taxi y constataron que el hombre estaba muerto.
Funcionarios de la PNB resguardaban el lugar, familiares y amigos de Juan Carlos lloraban al lado del taxi y finalmente el cuerpo fue llevado a la morgue.
El vendedor vivía en La Vega y era padre de tres niños.
Una mujer vía Guarenas
El cadáver sin identificación de una mujer fue hallado este viernes en la cuneta de la autopista Gran Mariscal de Ayacucho, vía Guarenas, antes de los túneles que conducen a la urbanización Parque Caiza.
La víctima tenía aproximadamente 30 años, piel morena, cabello negro, rizado, vestía pantalones jeans azules, franela negra, chaqueta fucsia y no llevaba zapatos.
Presentó un disparo en el intercostal izquierdo y presumen que se trató de un sitio de liberación.
Desde el 1º de mayo hasta este viernes 27 habían sido ingresados 395 cuerpos a la morgue de Bello Monte.