El Congreso de Filipinas proclamó el lunes como nuevo presidente electo del país al alcalde Rodrigo Duterte y nombró a la diputada Leni Robredo vicepresidenta de un país que, pese a su elevada tasa de crecimiento, sigue enfrentando problemas grandes de pobreza, corrupción e insurgencia.
Robredo asistió al acto celebrado en la Cámara de Representantes, al contrario de Duterte, que no se movió de su ciudad, Davao, en el sur del país, desde las elecciones del pasado 9 de mayo.
Duterte explicó a la prensa antes que le desagradan ese tipo de ceremonias de proclamación.
Las tres hijas de Robredo se unieron a ella en la breve ceremonia.
El presidente de la cámara baja y el presidente del Senado levantaron las manos de ella para proclamar su victoria mientras los legisladores aplaudían.