La compañía china Huawei, el segundo mayor fabricante mundial de equipos de telecomunicaciones, aseguró este viernes que está «comprometida en cumplir» con las leyes y los controles a la exportación promulgados por EEUU, la UE y la ONU, después de saberse que EEUU investiga sus negocios con Irán y Siria.
Después de que su competidora china ZTE se viera sancionada recientemente por Washington por el mismo motivo (por vender a Irán productos de ZTE con software y componentes fabricados en EEUU), el Departamento de Comercio del país norteamericano envió una citación a Huawei para tratar ese tema, reveló hoy el diario New York Times.
La citación solicitaba una declaración en persona de los directivos de la firma al frente de su sede estadounidense de Plano (Dallas, Texas), en algún momento de mayo pasado, ante los investigadores en Irving (Texas), o información, para ese día, sobre sus exportaciones a Cuba, Irán, Corea del Norte, Sudán y Siria.
Consultada por Efe, Huawei, que es una firma privada participada por muchos de sus empleados y no cotiza en bolsa, no confirmó esta información y aclaró que «no tiene comentarios sobre este asunto específico».
Con todo, un portavoz de la compañía subrayó que «Huawei está comprometida a cumplir con las leyes y regulaciones aplicables en los mercados donde Huawei opera y con las medidas de control a la exportación promulgadas por la comunidad internacional, incluidas aquellas promulgadas por la ONU, la UE y EEUU».
«En particular, Huawei tiene un estricto código de conducta, un sistema de formación rigurosa y unas políticas detalladas en relación con el cumplimiento de controles a la exportación», añadió, en una breve declaración escrita.
De hecho, «coopera activamente con las agencias gubernamentales pertinentes, incluido el Departamento de Comercio (de EEUU), en cuanto tiene que ver con el cumplimiento de Huawei con las leyes y normas de control de exportaciones, y para fortalecer la comprensión y confianza mutua entre Huawei y las agencias pertinentes», afirmó.
En Pekín, durante una rueda de prensa, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Hua Chunying, se limitó a responder en el mismo sentido sobre el asunto: «se dice que la empresa Huawei ha hecho una declaración que dice que cumple con las leyes y regulaciones locales» de EEUU.
En cualquier caso, Huawei no ha sido acusada por ahora de ninguna acción ilícita ni delictiva, y la citación de las autoridades norteamericanas es puramente administrativa, aunque las pesquisas apuntan a localizar una posible exportación, directa o indirecta, de tecnología estadounidense a países sancionados por Washington.
La presencia de tecnología de Huawei en EEUU es relativamente minoritaria, en comparación con otros mercados, por la resistencia del Congreso a instalar sus productos en las redes de telecomunicaciones nacionales, pues desconfía de que permitan filtrar datos a China o tengan vínculos no declarados con Pekín.
Con todo, en caso de que detectarse actividades contrarias a las permitidas por Washington, como ocurrió con ZTE, la firma podría ver limitado su acceso a componentes y tecnología estadounidense clave en sus productos, lo que podría afectar al desarrollo de las redes de telecomunicaciones instaladas por Huawei en todo el mundo.
ZTE obtuvo en marzo pasado un aplazamiento, hasta el 30 de junio, de las sanciones recibidas por el Departamento de Comercio de EEUU por sus exportaciones indirectas a Irán, para poder buscar una solución aceptable para ambas partes, lo que supuso la destitución de los principales directivos de la compañía varias semanas después.