Sean las nociones simplificadas, o las visiones sobre ‘Isla Caribe’, Caribe Geopolítico y Gran Caribe, el denominador común es clave para los analistas de relaciones internacionales y en particular de los escenarios multilaterales.
La Caricom y la Asociación de Estados del Caribe (AEC) son mecanismos caribeños emblemáticos que muestran por una parte la noción micro-macro regional, así como las tendencias entre la integración económica y la articulación de mecanismos subregionales.
En el siglo XXI emergen Petrocaribe y la Celac, ampliando los marcos tradicionales de interacción de los países caribeños con sus vecinos de América Latina pero también de su relacionamiento con Estados Unidos y Canadá.
En este contexto, la participación de los países caribeños en temas de agenda política regional es un punto crítico para la negociación de decisiones como las que se han venido desarrollando en la OEA, ante la petición de invocar la Carta Democrática Interamericana por la situación de Venezuela. De allí la pertinencia de hacer el seguimiento a los próximos encuentros de mandatarios en la Cumbre de la AEC, el 4 de junio, en Cuba y la Cumbre de la Caricom, el 6 julio, en Guyana.
Mirna Yonis