Se trata de trabajar por lo que le conviene a Venezuela y al conjunto de los ciudadanos venezolanos. Se trata de buscar formas de diálogo y colaboración entre todos
El domingo de resurrección, el Papa Francisco dijo: “Dios ha vencido el egoísmo y la muerte con las armas del amor; su hijo, Jesús, es la puerta de la misericordia, abierta de par en par para todos. Que su mensaje pascual se proyecte cada vez más sobre el pueblo venezolano, en las difíciles condiciones en las que vive, así como sobre los que tienen en sus manos el destino del país, para que se trabaje en pos del bien común, buscando formas de diálogo y colaboración entre todos. Y que se promueva en todo lugar la cultura del encuentro, la justicia y el respeto reciproco, lo único que puede asegurar el bienestar espiritual y material de los ciudadanos”.
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Yo estoy de acuerdo con el Papa. Creo que hay que trabajar por el bien común. No se trata de trabajar por lo que le conviene al gobierno, tampoco se trata de trabajar por lo que le conviene a la oposición. Se trata de trabajar por lo que le conviene a Venezuela y al conjunto de los ciudadanos venezolanos. Se trata de buscar formas de diálogo y colaboración entre todos.
Y que se promueva en todo lugar la cultura del encuentro, la justicia y el respeto recíproco.
Estoy de acuerdo con el Papa cuando dice que lo que acabo de mencionar es lo único que puede asegurar el bienestar espiritual y material de los ciudadanos.
A veces tengo la impresión de que lo único que les interesa a los voceros del gobierno es mantenerse en el poder. Más nada es importante.
A veces tengo la impresión de que lo único que les interesa a algunos voceros de la oposición es reemplazar al gobierno.
En ese esquema, el gran ausente es el ciudadano, el venezolano común, para quien la prioridad es la comida, el abastecimiento, la inflación, el alto costo de la vida, las medicinas, la salud, la energía eléctrica, el agua, la inseguridad, la delincuencia desatada, la educación de los hijos, los servicios públicos en general.
Creo que la prioridad es lo que el Papa llama “el bienestar espiritual y material de los ciudadanos”.
En la agenda de los políticos se plantean propuestas que, en caso de darse, se darían dentro de muchos meses.
En la agenda de los ciudadanos, las soluciones tendrían que darse la semana que viene, a más tardar…
Voceros importantes del gobierno nos siguen diciendo que todo está bien. Creo que todos tenemos que tomar conciencia de la gravedad de la situación y de la urgencia de aportar soluciones. El país no aguanta más. El debate político se pone muy fastidioso.
Queremos soluciones y las queremos ya! Como dice la expresión popular: Pa’luego es tarde.
Seguiremos conversando.
Eduardo Fernández
@efernandezve