Un equipo de arqueólogos descubrió un vestigio de una vieja masacre de más de 6.000 años en el este de Francia, prueba de una «furia guerrera ritualizada», según los arqueólogos.
En Achenheim, a unos 10 kilómetros de Estrasburgo, un equipo del Inrap (Instituto Nacional de Investigación Arqueológica), descubrió un conjunto de más de 300 «silos», de fosas cubiertas que sirven sobre todo para almacenar cereales y otros productos del Neolítico.
Estos depósitos están situados en el interior de un amplio recinto, representado por una fosa en forma de V. En el fondo de uno de los depósitos yacen los restos de diez individuos, aparentemente víctimas de una masacre.