Si te encanta mascar chicle cada que estás ansiosa, estresada, porque te encanta su sabor o porque no te dio tiempo de lavarte los dientes, lo mejor es que midas tu próximo consumo, ya que las consecuencias de masticar chicle van más allá de los daños a tu salud bucal.
Más vale prevenir
Sin hambre y con gases
Tanto los ingredientes del chicle como el aire que tragas al masticarlo pueden hacer que te sientas inapetente y con gases.
Malestar estomacal
Algunos chicles sin azúcar contienen sorbitol que es un laxante que puede ocasionar diarrea crónica y dolor estomacal si se ingiere en exceso, reporta una investigación del Hospital Universitario Charité de Berlín.
Dolor de cabeza
Otra de las consecuencias de masticar chicle es que mueve diversos músculos que conectan con el cerebro, lo que podría originar este tipo de malestar.
Cambia el metabolismo
Si estás tratando de bajar de peso, piénsalo dos veces antes de recurrir a un chicle. Éste aumenta la producción de saliva por más tiempo de lo normal, lo que provoca que el metabolismo reaccione lentamente.
Dolor mandibular
Son tantos los movimientos al mascar que se desgastan las articulaciones de la mandíbula, advierte un estudio del Instituto de Cabeza y Cuello de la Clínica Cleveland, en Ohio.
Impacta a los dientes
Una de las consecuencias de masticar chicle más conocidas es el daño que puede causar a la dentadura. Un estudio del American Dental Association revela que aunque hay chicles que no contienen azúcar, sí tienen saborizantes y conservadores que favorecen el desgaste de las piezas dentales y su caída.
Se te antojará la comida chatarra
Masticar chicle provoca que comas más papas fritas, hamburguesas, frituras y menos verduras.
Evita que estas consecuencias de masticar chicle afecten tu salud. Recuerda que todo en esta vida debe ser con medida.