El país ha tenido en las féminas un factor importante para su desarrollo social, según el análisis que hace la profesora Gloria Cuenca
Para la profesora Gloria Cuenca no se puede hablar o analizar el periplo de la mujer venezolana sin antes referirse a sus orígenes, porque las féminas venezolanas han sido siempre fundamentales en el desarrollo de la vida, desde el comienzo de nuestra historia. “Es sabido que la mujer caribe o kariña era trabajadora, mientras el varón se ocupaba de pescar y cazar; también languidecía en los chinchorros, mientras la mujer sembraba, recolectaba, preparaba los alimentos, cuidaba de los niños, entre otras actividades. El mestizaje la favoreció de cierta manera, por cuanto las africanas, fuertes físicamente, y los blancos europeos, también con cuerpos de gran fortaleza, dan origen a esta gente hermosa que puebla lo que era la Capitanía General de Venezuela”.
Mujer decidida
–¿El ancestral machismo limitó el desarrollo social de la mujer?
–Desde antes de la independencia, las mujeres venezolanas siempre fueron activas, decididas, valientes y resueltas, esto a pesar de las limitaciones que les imponían y del machismo que por todos lados aparecía. Durante el proceso de la independencia hay mujeres que dan la cara, entre quienes destaca Luisa Cáceres de Arismendi, quien tenía por esposo al general Arismendi. Ella va a la cárcel por su relación de pareja y sus actividades en favor de la independencia. Otras mujeres tienen participación importante, pero no se las destaca, precisamente, por su condición femenina.
–¿Es notable la presencia femenina en la literatura y el periodismo?
–Durante el siglo XIX hay mujeres interesadas especialmente, en la literatura y el periodismo. Es interesante de anotar que varios periodistas y literatos se interesan por la vida de las “hermosas venezolanas”. Así es la frase que José Luis Ramos, literato y redactor principal de la Revista “La Oliva”, pone en el cabezal de su revista. Más adelante, se edita otra interesante revista, llamada “La Biblioteca del Hogar”, siempre en el siglo XIX. Con ello se nota que hay preocupación por brindar cultura a las féminas.
El siglo XX
Pero la gran transformación viene en el siglo XX durante y después de la Gran Guerra o Primera Guerra Mundial. La necesidad en Europa de que los hombres salieran al frente de batalla, hace que las mujeres, asuman importantes compromisos. “En Venezuela, que no participa en esa guerra, se conocen los cambios que ocurren en cuanto a la moda, las actividades que empiezan a realizar mujeres: enfermeras, técnicos, ayudantes, se expanden los trabajos de secretarias, entre otros. Se incorporan a los estudios universitarios. Después de la muerte de Juan Vicente Gómez, (diciembre de 1935) el país puede decirse que entra verdaderamente al siglo XX. Los movimientos populares que se producen a partir de la muerte del dictador, organizan partidos políticos, sindicatos y hay una gran movilización a favor de abrirse a la democracia”.
Voto femenino
Puntualiza Cuenca que es el siglo XX cuando se logra la gran incorporación de la mujer a casi todos los sectores de la vida nacional. Se forman organizaciones femeninas y se incorpora la mujer a los estudios universitarios. “Momentos fundamentales se producen con la incorporación de las mujeres con derecho al voto, después de la Constituyente, en 1947 y en 1983 con la reforma del Código Civil, liderada por Mercedes Pulido de Briceño, al eliminar la condición de hijo natural y permitir que pueda repetirse el apellido materno para eliminar la discriminación femenina y la de los hijos, llamados naturales.
En la política
–¿La presencia de la mujer en las actividades políticas como se ha dado?
–Ha habido muchas mujeres dedicadas a la política. Sin embargo, las tareas del hogar, o profesionales, las atrapan en un momento dado y entonces abandonan la política. Sin embargo, hay innumerables casos de mujeres que continúan en la lucha política. Han sido vicepresidentas, ministros, diputadas y senadoras. Particularmente, en este régimen que ya dura 18 años, han ocupado cargos relevantes, pero no han destacado por haberse transformado en seguidoras fieles del mandato, primero de Chávez y ahora de Maduro.
–¿El hombre ha ayudado a la emancipación femenina?
–No, las luchas femeninas en Venezuela han estado signadas por un relativo apoyo de algunos hombres que han participado en estas luchas. La mujer venezolana es una madre admirable, por encima de todo se ha dedicado a la maternidad. Mientras el hombre resulta un gran irresponsable. Creo, sin tener prueba de ello, que las mujeres han salido a trabajar por cuanto son muy responsables y quieren apoyar a sus hijos. Mientras una gran cantidad de hombres, “hacen” los hijos y desaparecen. Ha habido mujeres que se incorporan con gran coraje a la batalla por sus derechos, de manera, prácticamente intuitiva. Otras han sido líderes en estos procesos. En todos los partidos hay mujeres que han asumido las luchas por los derechos de la mujer, sistemáticamente. También en el ámbito profesional las mujeres han dado una gran batalla: nombraré solo algunas, dejando claro que no son las únicas: De AD, Isabel Carmona de Serra, presidente del partido; de Copei, Mercedes Pulido de Briceño; de URD, Ismenia Villalba, primera candidata a la Presidencia de la República; del MAS, Argelia Laya; Partido Comunista, Olga Luzardo; y MIR, Adicea Castillo. Existen muchas otras, pero he nombrado a las que resultan relevantes.
–¿Qué pasa con la mujer en el siglo XXI?
–Las mujeres de estos tiempos luchan constantemente por reinvindicar su actuación frente a un gobierno neo comunista. Democráticamente, tienen una tarea, que no se puede delegar. Han sido maltratadas en lo físico y lo psicológico. Han enfrentado con una gran valentía a un régimen que puede considerarse misógino. Se han agrupado y han luchado para, desde la trinchera democrática, armar una especie de muro de contención, y no han permitido que se produzca la instalación de comunismo estalinista.
“Momentos fundamentales se producen con la incorporación de las mujeres con derecho al voto, después de la Constituyente, en 1947 y en 1983 con la reforma del Código Civil…”
E.A. Moreno-Uribe