La selección española de fútbol inició su defensa del título de la Eurocopa con un agónico triunfo 1-0 ante República Checa gracias a un gol de Gerard Piqué a tres minutos del final.
El conjunto de Vicente del Bosque comenzó su camino ante el rival teóricamente más débil del Grupo D y lo cierto es que sufrió lo indecible para traducir su amplio dominio en goles. No fue hasta los instantes postreros, con un cabezazo de un central, cuando se aseguró tres puntos que le sacaron de un problema.
Durante el amplio dominio español en la primera parte, dos futbolistas sobresalieron por encima de todos: Álvaro Morata, ofreciendo siempre soluciones a sus compañeros hasta que la gasolina le aguantó, y Andrés Iniesta, pura magia y capacidad de lectura del juego. A cambio, a su equipo le faltó más de Nolito y de un Cesc Fábregas perdido en el oficio de centrocampista creativo.
El partido de fútbol acabó pareciéndose a uno de balonmano, con España asediando a un rival metido en su área. Y tuvo un protagonista inesperado. A tres minutos del final encontró la cabeza salvadora de Piqué tras un gran centro de Iniesta para hacer justicia a los méritos de España, tan acostumbrada como está a ganar sus partidos sufriendo.
De hecho, De Gea sacó una buena mano en el descuento a disparo de Darida. Esta vez Piqué tradujo en oro el debut español.