La cuesta se veía –y sigue- empinada. Era preciso, entonces, demostrar que sí puede ser escalada. Lo consiguieron los Cavaliers antenoche, pasando por encima del obstáculo adicional a la desventaja de 1-3: conseguir una victoria en cancha rival. El triunfo 112-97, de la mano del dúo LeBron James-Kyrie Irving y gracias a un final arrollador, dejó claro que los de Cleveland siguen siendo candidatos, hecho a confirmar mañana, cuando en casa buscarán igualar la serie final de la NBA.
Sin una de sus figuras estelares, el suspendido Draymond Green –vital, porque aporta en los dos lados de la cancha y en el empuje que no reflejan los números-, los Warriors opusieron similar resistencia, salieron adelante (32-29) y al concluir la primera mitad estaban empatados en 61. Klay Thompson, una de sus principales armas ofensivas, lucía imparable y la otra, Stephen Curry, aunque no mostraba todo su potencial siempre se espera que explote en cualquier momento.
En la segunda parte, sin embargo, Jones e Irving impusieron su ley, al frente de un cuadro cuyo trabajo defensivo terminó por generar el colapso rival. La marcación de Golden State, en cambio, bajó de intensidad mientras sus artilleros no encontraban caminos: cesó el festival de Thompson, Curry encontró demasiadas dificultades y Barnes –al que el ataque de conjunto abrió claras opciones de tiro, erró 4 seguidos que, junto a 3 del MVP, abrieron las cifras porque del otro lado la artillería nunca bajó la productividad.
Que James e Irving se alzaran hasta los 41 puntos (cifra inédita para una pareja), el primero además con 16 rebotes, 7 asistencias y 3 bloqueos, rompió toda resistencia. A larga distancia, penetrando hasta el aro, sus acciones individuales fueron decisivas ante un adversario dejado en 19 puntos en el tercer cuarto y apenas 13 en el tercero.
Los números son contundentes: Cleveland lanzó de cancha para 53 y 41%, frente a 36 y 33. Capitalizó 28 quiebres rápidos –por 9- y robó 11 balones (por 6), silenciando con su dominio en la pintura 48 puntos por 30 la ligera desventaja en rebotes (41-43). Que James embocara de cancha 16 de 30, con 4 de 8 bombazos, e Irving registrara 20-11 y 11-6), da una idea de quién tuvo el mando.
Smith aportó 10 puntos para Cleveland, del otro lado Thompson metió 37 (20-11 y 11-6), Curry 25 pero con solo 8 de 21 y 5 de 14 a larga distancia, mientras Iguodola doblaba con 15 y 11 rebotes.
Ahora son 26 juegos seguidos de play-off para LeBron, con al menos una victoria en la ruta, su juego No. 197 lo empata con Manu Ginóbili en el noveno lugar y en rebotes (1.724) pasa ese mismo puesto, desplazando a Elgin Baylor.
A la ausencia de Green se añadió una lesión de rodilla de Bogut, que podía dejarle fuera de competencia. Y a ver cómo se las arreglan ahora los de Golden State con unos Cavs crecidos y su pareja estelar en gran momento.
Armando Naranjo
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